miércoles, 24 de enero de 2007

Barrera psicológica



Van unos días sin escribir nada puramente atlético, si es que algún corredor puede deslindar claramente lo atlético de lo personal, ya que por mucho que uno quiera, las incidencias en una de las facetas de su vida influyen en la otra.
En estos días, y debido a la lesión, mis carreras se han limitado a apenas unos minutos en la cinta del gimnasio y un par de salidas por la riberas del Río Chico y del Adaja, donde existe un paseo ajardinado de tierra y gravilla apisonadas, totalmente llano, a fin de minimizar el riesgo de tropezones o malas pisadas. Lo más que había corrido hasta ayer habían sido veinte minutos a un ritmo de más de un minuto por Km. por encima de mi ritmo de rodaje normal, o sea, casi al paso de los ancianos de la cercana residencia que suelen tomar el sol por las cercanías.

Ayer, después de unos momentos de dudas iniciales provocadas por pinchazos en el adductor, y que casi me deciden a abortar la salida, completé media hora de rodaje MUY suave.

¿Porqué es para mí digno de reseña este hecho?
Los treinta minutos constituyen para mí una "barrera psicológica" que califica una carrera como un mero divertimento insustancial o como verdadero entrenamiento, (aún siendo este suave).

Esos diez minutos de más sobre lo que había conseguido trotar unos pocos días en estas últimas semanas se me hicieron eternos, a medio camino entre el ansia de volver a "entrenar" y el miedo a que un esfuerzo superior me dañara de nuevo.


Al final calculé la distancia recorrida de tal manera que el segundo 29' 59'' me pilló a escasos treinta metros de mi domicilio.

Las sensaciones fueron buenas, en parte debido a lo magro del entreno, y en parte a que he procurado no perder un exceso de forma en el gimnasio, pedaleando en la bici y haciendo escalador.

Por fin se atisba un rayo de luz entre negros nubarrones... (1)

Un saludo.

(1) Sí, ya sé. Esto ha sonado un tanto melodramático, permitidme la licencia...

2 comentarios:

Fede Martín dijo...

Animo, que ya te queda poco para pasar la nube negra (como diria Sabina)

Merak dijo...

permitido está, carlos.
me alegro... y haz que esa barrera psicológica no te agobie, que lo que hoy es de un color, mañana...
abrazos