jueves, 31 de mayo de 2007

La huida



Es de noche. Una tenue neblina sube desde el cercano río, humedeciendo y haciendo resbaladizo el suelo de adoquín de las viejas calles por las que corres. Hace frío. Es final del otoño en una vieja ciudad de centroeuropa. Estás cruzando un puente a toda velocidad. No puedes permitirte un respiro en una zona tan descubierta. Sabes que aquí eres un objetivo fácil para ellos pero en tu huida no has encontrado otra escapatoria. Ahora tienes que llegar rápido a la otra orilla, donde un dédalo de callejuelas te dará siquiera algo de protección.

Acabas de girar por una bocacalle, abandonando la avenida al pie del puente y dejando atrás el eco de sus pasos, pero sabes que te han visto y que te seguirán, cada vez más cerca.

Giras de nuevo en un intento de despistar a tus perseguidores y te introduces en un oscuro y estrecho callejón del que no ves la salida. Por un momento piensas si no habrás cometido un error, si acaso ese callejón será ciego, al estilo de los de las juderías toledanas, y será el lugar donde ellos te apresarán, pero un brillo al final del mismo descubre una salida a una amplia plaza.

Antes de entrar en ella te aplastas contra la puerta cerrada de una vetusta vivienda. Necesitas aire y jadeas en su busca, pero intentas no hacer ruido en la esperanza de que tus perseguidores pasen de largo por la boca del callejón. Por un momento sus pasos dudan, se paran, pero tras unos segundos los sientes de nuevo en su camino. Ellos siempre te encuentran, siempre te persiguen, y tú huyes de nuevo...

No tienes miedo. No puedes tenerlo. "El miedo mata la mente", recuerdas, "dejaré que el miedo pase por mí y a través de mí, y no temeré", y lo arrinconas en lo más profundo de tí. Necesitas toda tu lucidez para no equivocarte, para encontrar el camino adecuado, el salto justo que les impida apresarte. Corres...

La plaza está lúgubremente iluminada por farolas cuya mortecina luz apenas consigue abrirse paso unos metros en la opresiva atmósfera que te rodea. Cruzas la plaza y a tu izquierda ves una iglesia con una enorme torre. En la cara que da a la plaza un gigantesco reloj profusamente adornado con signos cuyo significado hace mucho tiempo que se ha olvidado, y que sólo recuerdan un puñado de iniciados, marca la hora. La hora bruja, la hora siniestra en que realidad y fantasía se entremezclan. En la que surgen y toman forma los miedos que atenazan a los hombres. Formas oscuras y ominosas como las de los que te persiguen.

La puerta de la iglesia está cerrada, pero sabes que tiene que haber otras entradas, más escondidas, más discretas, y que dentro hay capillas, ábsides, oscuros recovecos donde esconderse, donde volver a coger algo de aire, antes de huir de nuevo... La rodeas dejando atrás la torre y su reloj.

Una pequeña tronera se abre casi a ras del suelo. Sólo una desvencijada tabla la cubre. Sin pensar, tus manos se sujetan en un reborde de la pared mientras te lanzas con los pies por delante y todo el peso de tu cuerpo contra ella. La madera, podrida, cruje y cede con facilidad y te precipitas en la oquedad. Estás en una cripta y la oscuridad es espesa. Huele a moho y a humedad y por un segundo estás desorientado, pero al poco, al tenue brillo del ventanuco destrozado ves una exigua escalera de piedra tallada de la que adivinas sólo unos pocos escalones. Es la única salida y te precipitas hacia ella.

El pasadizo es angosto, los escalones pequeños y resbaladizos. Trastabillas, pero no paras. Bajas rápido, pero bruscamente te topas con una puerta. Cargas con tu hombro contra ella en la esperanza que su madera esté tan podrida como la anterior..., pero la puerta es recia. Sus gruesos cuarterones están reforzados con planchas metálicas y resiste tus envites. Paras y te apoyas en la pared. Cierras los ojos y respiras. Escuchas y respiras. Coges aire y procuras controlar tu desbocado corazón. Arriba, a través del ventanuco de la cripta los vuelves a sentir, más que a oir.

Te separas de la puerta y te echas hacia atrás. A través de la oscuridad miras casi sin ver el obstáculo que se interpone entre tí y la esperanza de una huida, la esperanza de un minuto más. Tus músculos se tensan bruscamente. Se apoyan en los irregulares escalones, y te catapultan hacia delante... Los cuarterones resisten, pero las oxidadas bisagras, tan mohosas como la madera en que se incrustan, hace tiempo que no cumplen su función. La puerta entera cruje y se abre un tanto. El hombro te duele, pero una salvaje sensación de haberlo conseguido de nuevo, de haber ganado un nuevo plazo, te recorre de arriba a abajo.

El ruido les ha alertado y les ha puesto de nuevo en tu pista, que de todas formas hubieran encontrado pronto, pero aquí no, ahora no. Vuelves a cargar contra la puerta y esta cae con un estruendo entre una miríada de partículas, mezcla de astillas, óxido de hierro y polvo de años.

Te incorporas y sigues corriendo. Estás en un largo pasillo, al final del cual ves otra escalera, esta de madera, que lleva al piso superior. Intuyes que su salida es la nave de la iglesia. A izquierda y derecha ves varias criptas, oscuras, donde adivinas formas aún más oscuras. Sabes que esas criptas no tienen salida y que tu esperanza es la escalera, y corres.

Les llevas ventaja, pero no te detienes y subes rápidamente. Al final de la escalera hay una trampilla, también de madera, pero está en buenas condiciones. Si está cerrada estás perdido. Llegas arriba y empujas. La trampilla se abre sin problemas y la atraviesas.

Como suponías estás en una de las naves laterales de la iglesia, junto a la entrada a una estrecha escalera de caracol que sube hacia la torre del reloj. Después de la oscuridad de la cripta y el pasillo, el brillo de la luna, tamizado por las hermosísimas vidrieras de la iglesia te parecen una explosión de luz y color.

Arrastras un pesado banco de madera encima de la trampilla mientras piensas qué hacer a continuación: la puerta principal de la iglesia está cerrada. No ves otra salida en el nivel en el que estás, por lo que decides subir por la escalera de caracol. La torre es alta, y el reloj está muy por encima de tí, pero debes apresurarte, ya que el banco no resistirá mucho tiempo. Giras y giras, pierdes la cuenta de cuantas vueltas das sobre el eje de la escalera. De cuando en cuando una pequeña abertura al vacío te deja ver un retazo de cielo, un puñado de estrellas. Tu esperanza es una ventana, un hueco por el que saltar al tejado de la iglesia, y de ahí de nuevo al suelo, o a otro tejado, donde volverás a correr...

Tu piernas arden por el esfuerzo, pero al fin llegas a una explanada de madera, abierta a toda la superficie de la torre, y te das cuenta de que estás dentro, del reloj. Por todas partes te rodean muelles, resortes, péndulos... Martilleando y marcando el ritmo del tiempo, que transcurre insensible a los avatares de quien se empeña en constreñirlo a una mera dimensión física. El ruido es ensordecedor. A través de la esfera ves que quedan escasos segundos para que el reloj marque la hora. Ves las enormes campanas que tañirán en un momento e instintivamente te tumbas en el suelo y te encoges esperando un estruendo que golperará tus tímpanos sin remedio. Llevas las manos a tus oídos en un intento de evitar lo inevitable: el sonido atravesará cuantas barreras se interpongan entre él y tú, de hecho, con sorpresa, te das cuenta de que está sonando ya, sin que te hayas apercibido de ello, y mientras esperabas el dolor, la idea de que las campanas suenan hace un tiempo entra en tu mente. Suenan estridentes, pero suaves y acompasadas: cuatro toques y un silencio, cuatro toques y un silencio...

Son las siete. Comienza un nuevo día.

Supongo que no seré el único corredor que sueña que corre. En mi caso es un sueño recurrente: a veces corro por los sitios más inverosímiles y en situaciones de lo más rocambolescas, otras compito contra mis compañeros de club o simplemente troto por bosques de fábula. Pero a veces sueño que me persiguen.

Este que relato es uno de ellos, es real. La ciudad es Praga, aunque con matices. En la maravillosa inconcrección de los sueños, la catedral es la de Avila, (y la torre), pero las callejuelas, el ambiente y el reloj, son de Praga. Un pase de fotos del reciente viaje de un amigo, e Ethan Hunt huyendo de noche por la ciudad tienen la culpa de que Praga estuviera en mi mente esa noche.

Más allá de los análisis pseudo Freudianos que me podáis hacer, lo cierto es que estos sueños en los que soy perseguido no sé muy bien porqué ni por quien, están muy lejos de ser desagradables. Todo lo contrario. En ellos corro lo que no hago en la vida real. Mis piernas y mis pulmones son máquinas perfectas que me permiten mantener ritmos salvajes durante el tiempo que haga falta, y no sólo eso. Soy capaz de saltar de tejado en tejado, de trepar por andamios como el mejor Tarzán, de realizar movimientos inverosímiles al estilo de los UrbanRunners y de dejar atrás una y otra vez a mis perseguidores. La sensación es fantástica, y cuando tengo uno de estos sueños, los cuatro pitidos seguidos del silencio de mi despertador se hacen aún más odiosos que de costumbre.

¿Raro?. Quizá.

martes, 29 de mayo de 2007

Bajo mínimos

Estoy cansado, tremendamente cansado, y ya hace más de un mes del maratón.

Apenas he corrido desde entonces. Descansé totalmente dos semanas y después sólo he tenido algún escarceo con el gimnasio y unos simulacros de rodaje por encima de 6' el km. Sólo la media maratón de Avila ha merecido la calificación de "entrenamiento", y ha sido más por su duración que por su intensidad, que ha sido un minuto por km. más lenta que mi ritmo de competición en la distancia.

Pues a pesar de ello sigo sin recuperar ni un mínimo de sensaciones, y no hablo ya de volver a rodar a 5'30'', (ya ve el lector con qué poco me conformo), sino simplemente a no sentir molestias mientras lo hago un minuto más lento.

Ahora mismo siento pequeños dolores en el tendón de aquiles derecho, molestias en la antigua lesión de aductores de primeros de año, y que semanas antes del maratón creía totalmente superada. Molestias de una antigua tendinitis de rotuliano de hace ¡¡¡dos años!!!..., pero lo peor es la sensación de pesadez en las piernas, de agarrotamiento.

De nada me valen los estiramientos, las duchas de contraste frío-caliente, los automasajes... Tengo que echar mano de toda mi fuerza de voluntad para levantarme de la cama y salir a correr unos pocos kms. a un ritmo lastimero y llegar a casa con la cabeza gacha, y lo peor: sin disfrutar de la carrera.

Supongo que recuperarme definitivamente será cuestión de tiempo, y de eso tengo bastante después de eliminado del calendario el Trail Castillos de Avila y convertirse el Maratón de San Sebastián en objetivo principal de aquí a fin de año, aunque tengo ganas de que me envíen los resultados de los análisis que nos hicimos el martes pasado junto con la prueba de esfuerzo, por si hubiera alguna explicación algo más seria para mi estado que la mera posesión de demasiados años en mi cuenta personal.

jueves, 24 de mayo de 2007

Vídeo Media Maratón Avila 2007

Aquí tenéis la reseña emitida por TV Avila el 21 de mayo sobre la Media Maratón de Avila celebrada el pasado domingo 20:

lunes, 21 de mayo de 2007

Otra decepción...

...Y otra que se debe a un imponderable.


Spanjaard, alias CyT en el foro de ElAtleta.com, ha publicado una entrada en su blog en la que anuncia la desaparición, esperemos que sólo temporal, del Trail Castillos de Avila. La noticia me deja un sabor amargo, ya que en alguna ocasión en este blog había expresado la idea de que fuera mi objetivo principal del año junto con el intento de bajar de las cuatro horas en maratón, conseguido este último en el pasado MAPOMA.

En la amargura de las razones expuestas por Luis, y fácilmente entendibles por todos los que las lean con un mínimo detenimiento, incluye algún sutil dardo, tan afilado que sólo alcanzará a aquellos a quien deba hacerlo.

Avila, amigo, hablamos de Avila. Hermosa, fría y serena. Mi tierra, tu tierra. A la que yo quiero y supongo que tú también, pero que es, tú lo sabes, genuina representante de la más rancia y recia estepa castellana, con sus virtudes y sus defectos. Entre lss primeras la nobleza y el orgullo, y entre los segundos el inmovilismo y la cerrazón. No has podido salir airoso del órdago que suponía popularizar y arraigar en ella una carrera sobresaliente como la tuya, y bien que lo siento.

Aunque no me he sentido herido por ninguno de tus dardos, los he intuído muy cerca de mí, así que valga el modesto "mea culpa" de esta entrada, que me permito en nombre de todos los aludidos, como homenaje a una carrera tan bella como efímera y a los que la habéis hecho posible estos tres años.


domingo, 20 de mayo de 2007

Crónica Media Maratón de Avila

Decíamos ayer que la crónica de la Media Maratón de Avila sería mucho más amable que su análisis, y no sólo porque con la perspectiva de una buena noche de sueño y descanso las cosas se ven de otra manera y uno vuelve a escalar sus principios vitales estableciendo de nuevo qué es lo importante y qué no y por qué cosas merece la pena estar cabreado y por cuales no.

Hoy toca la parte festiva y divertida de la carrera y de casi todas las carreras desde que un día se me ocurrió apuntarme a la Liga de los Paquetes, engendro del gran Malagueta en el foro de ElAtleta.com de la que ya he escrito alguna que otra vez. Sonará repetido, pero aparte de muy motivante, lo mejor es que mi participación en esa liga ha conseguido que conozca a mucha buena gente.

Ayer cuatro ilustres foreros-paquetiles se desplazaron a Avila con sus familias para "disfrutar" de la carrrera, (y de una buena comida, cosa que sospecho que fue la verdadera razón del éxito de la convocatoria...).

Así que poco después de las nueve estábamos reunidos en la Plaza de Santa Teresa Nacho-Silvestre, César-Manta, Ernesto-Mocosoft y Carlos-Darth Vader. Repito, buena, buena gente.

Saludos, parabienes varios, presentaciones de la familia, un cafelito, breve calentamiento... y a línea de salida.

Por la noche había llovido como si fuera la última vez que lo fuera a hacer. El ruido de la lluvia me despertó, y en el duermevela que siguió tuve un sueño en el que suspendían la carrera debido a la tromba de agua, y ahí estaba yo, en la salida, con mi pobre hija empapada, cinco dorsales, (qué cosa esto de los sueños: suspenden la carrera pero te dan el dorsal...), y esperando a unos amigos que se desplazaban desde Madrid para nada. Suerte que la realidad fue mucho más benévola y durante la carrera no cayó una sola gota.

Pero estábamos en línea de salida. El primer km. de la carrera es precioso, bordeando el lienzo sur de la muralla, ...y cuesta abajo.

El plan era sencillo. Ninguno teníamos un objetivo concreto, excepto Nacho que quería rebajar la marca de su primera media maratón: 2h 14'. Así que decidimos correr juntos, acompañándole, animándole y cortándole el viento con que amaneció el día.

Pronto nos dimos cuenta de que nuestros desvelos no eran correspondidos y que Nacho se traía un guión preciso y bien estudiado del que no se apartó lo más mínimo, de tal forma que hubo momentos en que fue él el que tiraba de nosotros, visto lo cual nos dedicamos a intentar que mis paisanos, fríos ellos, nos aplaudieran, por nuestra parte a apaludir nosotros al "farolillo rojo" de la carrera cada vez que nos cruzábamos con él y a lamer algún que otro charco, ya que las botellas desechadas por los afortunados que corren más que nosotros, y que parece ser que tienen más derechos a pesar de pagar lo mismo que los trotones, pronto se acabaron.

La carrera no tuvo mucha más historia, entre cabreos por la falta de agua y algún que otro chiste fueron cayendo los kms. a un ritmillo suave que sólo decayó en el bautizado por MiguelitoKm0 como "El Muro de las Lamentaciones", la tremenda cuesta final de la media en la que algún "madiquita" echó a andar, eso sí, al mismo ritmo al que nosotros corríamos.

No nos demoramos demasiado en meta y después de una duchita fuimos a hidratarnos convenientemente con una merecida cervecita antes de comer. La sobremesa, como no podía ser menos, de lo más animada. Junta a varios corredores, da igual si se conocen de antes, qué trabajos tengan o lo dispar de sus ideas: hablarán durante horas. Y eso es lo que hicimos, compartir experiencias, objetivos, chascarrillos...

Al final otro cafelito y una despedida que se me antojó demasiado temprana.

En resumen, un muy buen día de atletismo sin presión y de buena amistad.

Análisis Media maratón de Avila

A ver como empiezo esto...


En Avila hay dos clubes de Atletismo. El Club Puente Romanillos, organizador de esta media maratón, y el Ecosport, al que yo pertenezco. Viene al caso porque mis críticas pudieran ser interpretadas torticeramente por quien sepa esta circunstancia. Por ello intentaré ser aséptico en la crónica, más escueto que de costumbre, y exponer lo más fríamente posible HECHOS, no opiniones, que dejo al criterio del lector.

Aclarado el tema voy con el análisis de la carrera.

Circuito. Es lo que hay. Avila es muy ondulada y sería muy difícil encontrar un circuito que no incluyera un buen número de cuestas. Está homologado y cuenta con alfombrillas en meta, aunque ignoro si funcionaron en la salida. Totalmente urbano, pero con trampa: aunque la salida y meta están situadas en pleno centro, el resto de la carrera recorre los aledaños de la ciudad, zonas de reciente creación y polígonos industriales, donde hay poco público. Una pena que no discurra en mayor parte por el centro de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Podéis consultarlo aquí.

Animación
. Escasa por las razones antes expuestas.

Inscripción, bolsa del corredor. Correcta, ocho euros, fácil si eres de Avila y con posibilidad de hacerla por internet en la web del club. La bolsa contiene propaganda de la ciudad, una camiseta de algodón, un bolígrafo, un dulce y unos caramelos. Siempre digo que no corremos por la bolsa, así que tampoco haré una especial valoración.

Organización. Viene el punto polémico del análisis. Buena parte del recorrido discurre por anchas avenidas en las que se corta un carril para los corredores y se deja el otro libre para la circulación. La idea puede ser válida si se hace en todos los tramos, pero hay algunos en que no ha sido así.

Al recoger mi dorsal me he encontrado con la sorpresa de que les faltaban chips, por lo que he tenido que volver casi a punto de que comenzara la carrera para que me facilitaran uno. Incidente que califico de anecdótico, fruto de mi apellido y de haber entregado los dorsales por orden alfabético, pero que no debiera haber ocurrido pues mi inscripción estaba hecha hacía días.

No me gustó el detalle de que no se esperara a los corredores que iban justo delante del coche escoba. Cuando llegaron a meta se encontraron con los arcos por el suelo, las vallas a medio retirar y con los trofeos entregados. Creo que es una falta de respeto precisamente a quien más lo merece.

No obstante el punto negro, negrísimo ha sido la ausencia total de agua hasta el km. 15 para buena parte de los corredores, y eso si que no es de recibo. No sólo porque las normas federativas OBLIGAN a tener avituallamientos al menos cada 5 km. en carreras de esta distancia, sino porque estás jugando con el prestigio de tu carrera, de tu ciudad y sobre todo con LA SALUD de los corredores. La excusa, que no admito de ninguna manera, es que ha fallado uno de los proveedores. No se puede dar esa explicación: si hace falta se tienen las botellas almacenadas desde días antes, pero no se puede tener a los corredores sin agua. Hoy en Avila hemos tenido unos 18º-20º, pero el sábado llegamos a los 28º, ¿y si hoy se hubieran repetido esas temperaturas?. En la zona de la carrera en que me he movido esto ha provocado cabreos monumentales de algunos corredores que a veces han pagado los pobres jueces sin tener culpa alguna.

En resumen, (y aquí si emito una opinión que posiblemente creas sesgada): una media maratón que podría estar mucho mejor organizada y atraer a muchos más corredores de provincias limítrofes a poco que se lo propusiera. Ejemplo: la Media Maratón de Segovia, que en su primera edición y con una orografía tanto o más dura que la de Avila ha dejado un inmejorable sabor de boca en quien la ha corrido.

La crónica, mucho más agradecida, mañana.

(La foto que ilustra esta entrada corresponde a la edición del año pasado).


viernes, 18 de mayo de 2007

To write or not to write. That is the question...

Vengo del blog de Cabesc, del que copio y pego:

"Me enviaba un amiguete una lectura que no sabía por dónde coger y directamente me ha sacudido las neuronas: es mejor no publicar antes que publicar cualquier basura."

Vaya... En mi habitual periplo por la blogosfera raro es el día en que no me vengo con algún sabroso pensamiento que, como dice Cabesc, me haga sacudir las neuronas.

Este sin embargo, y sin tú saberlo amigo, ha sacudido algunas más de las habituales.

Ya desde el principio de este blog me planteé que no fuera tan sólo un mero diario de entrenamientos y crónicas de carreras, sino un lugar donde expresar muchas más cosas: mis reflexiones acerca del mundillo que rodea esta afición compartida, comentarios acerca de acontecimientos relevantes relacionados o no con el atletismo... Y una de mis intenciones era darle de cuando en cuando un "toque literario" propio, en forma de pequeños relatos, entradas comprometidas en su concepción y elaboración..., de tal forma que el visitante se convirtiera en algo más que un buscador de fotos o información, que se convirtiera en lector.

Sin embargo esas ideas nunca han visto la luz quizá porque pensando como Cabesc he opinado que era mejor no publicar antes que publicar la "basura" que yo sería capaz de escribir y aburrir al personal, o quizá por un exceso de autocrítica que me lleva a exigir un mínimo de calidad demasiado alto. Mi blog está lleno de borradores que nunca han tomado forma definitiva. Esas ideas han sido manipuladas, amasadas, refritas, desnudadas y vueltas a amasar sin que haya encontrado la manera de hacer coincidir mi primera intención con lo que mis dedos eran capaces de transmitir a través del teclado a la hoja en blanco.

A diario visito blogs, leo libros, artículos en los que el autor desgrana sus pensamientos de forma fácil, con palabras justas, con precisión sin agobios, con el estilo directo y claro que me gustaría tener, pero cuando me enfrento al vértigo de la hoja en blanco mis palabras se apelotonan. Contínuamente rehago el texto, copio, pego, borro, cambio, reordeno, y al final abandono...

Ahora viene Cabesc, y pulsa la cuerda que hacer resonar mi mente en la frecuencia exacta que provoca un estímulo capaz de hacerme tomar la decisión demasiado tiempo aplazada. No puedo remediarlo. Cabesc me ha puesto el trapo rojo y tengo que entrar: toca publicar y darle al blog ese "toque" con el que se tuvo la intención de que creciera.

Media Maratón de Avila

Bueno, pues ya está aquí.

El primer "objetivo" de este período de Impasse llega el próximo domingo. A las diez de la mañana se le da la salida a la XVI Media Maratón de Avila, organizada por el Club Puente Romanillos.

Aquí van el mapa y la altimetría de la prueba:


Parece ser que el tiempo nos va a dar una tregua a los calurosos y el domingo se va a descolgar un día algo más fresco que estos últimos que venimos "padeciendo" los chicarrones de la estepa castellana. Incluso existe la amenaza de lluvia.

A priori dos retos, que lo son menos: la distancia, a cubrir en la excelente compañía de Nacho al que intentaré hacer de liebre para darle un buen mordisco a su marca de 2h14' en media maratón, y unos cuantos foreros más del foro de ElAtleta.com. La segunda, acabar con el enorme chuletón de Avila, (de Avila de verdad), con el que nos vamos a despachar para hacer una recuperación en condiciones.

El lunes contaré si hemos salido airosos de ambos.

martes, 15 de mayo de 2007

Enfadado...



...así, como este pariente no tan lejano me encuentro.


En mi anterior entrada detallaba cómo había elaborado un mes de junio pleno de disfrute, carreritas sin presión y primaverales rodajes sin otra pretensión que respirar aire puro cargado de florales fragancias.

Pero de golpe, se han perdido dos de esas carreras..., (aunque tampoco nos adelantemos demasiado a los acontecimientos).

La primera, la marcha de Pronisa, que supuestamente iba a ser el primer domingo de junio, como siempre, este año la han pasado al día diez. Ese día no tenía programado ni siquiera un entrenamiento ya que tengo una comunión fuera de Avila.

La segunda, el diez mil del día 24, la Carrera Popular de San Juan, en Leganés. El domingo pasado me enteré de que ese día tenía un bautizo inexcusable en Móstoles...

No soy persona de perder los nervios ni de asumir los contratiempos sin más. Por alguna razón recordé una cita que creo atribuída a Niels Bohr, y que más o menos decía así: "La Ciencia avanza no buscando respuestas a las preguntas, sino buscando las preguntas correctas a las que responder"

Esa forma de pensar, sin asumir presupuestos sin antes enfocarlos desde todos los puntos de vista, y planteándonos no sólo las respuestas a las preguntas que nos surgen, sino también la ideoneidad de esas preguntas, suele dar resultado en forma de buenas ideas:

Bien, no puedo correr la marcha el día 24. ¿Hay algún fallo en el planteamiento de este enunciado?. Pues sí, porque realmente sí puedo correr la marcha... cualquier otro día.

¿Perogrullada?, ¿afirmación estúpida?. No tanto. Evidentemente puedo hacer esa marcha cualquier otro día, ¿qué me lo impide?, pero, ¿es de recibo ponerme en la línea de salida el día 3 y cascarme yo sólo los 18,8 km. del recorrido?, ¿lo haría en cualquier otra carrera?. Pues no..., ¿o sí?.

Parto de la base de que ese día yo voy a correr. Quizá no tantos km. Posiblemente sólo corriera doce o catorce. Dieciséis a lo sumo, pero 18,8 es una distancia asumible puesto que tampoco la voy a hacer demasiado rápida. Hay un par de pueblos en el recorrido con fuentes para aprovisionarme de agua. Tampoco tenía de entrada ninguna intención de competir. No hay problema bajo ese punto de vista.

Sólo queda una pega, ¿tiene sentido que corra yo solo el mismo recorrido de la prueba?, ¿porqué no me limito a hacer mi rodaje dominguero?. Aquí recordé una máxima de marketing según la cual hay que buscar el posible beneficio de un fracaso. Así es como se inventó el Post-It: de una partida de pegamento defectuosa un avispado ejecutivo trajo al mundo el famosísimo y amarillo adminículo, ahora indispensable.

Visto así, el que corra solo la marcha podría ser un aliciente para los patrocinadores económicos, (recordad que es una marcha con fines benéficos en la que esos patrocinadores aportan una cantidad económica a los participantes), añadiéndole un plus de "sufrimiento" a mi esfuerzo. Así que después de pensármelo, (no demasiado), he decidido publicitar en el trabajo tal hecho colgando un cartel en el que destaco que a la misma hora, desde el mismo sitio de salida y mismo recorrido un servidor, debido a imponderables, se va a hacer la marcha él solito una semana antes.

Cuento también con el hecho de que en mi trabajo aún hay muchos compañeros que aún sabiendo que yo corro maratones no saben precisar de cuántos km. trata esa locura, y 18,8 sin apoyo se les hace un mundo, lo que espero que les haga rascarse el algo más el bolsillo.

Uno de los problemas solucionado.

En cuanto a la Carrera de San Juan, todo ha sido más fácil: el bautizo es por la tarde en Móstoles, al ladito de Leganés. Sólo necesito ir bien afeitado por la mañana y encontrar una ducha después de correr...


miércoles, 9 de mayo de 2007

Impasse...


...O impás, que es lo mismo, pero castellanizado, y como en este país somos así nos suena peor.

De todas formas ninguna de las dos definiciones viene en el Diccionario de la RAE. Así que nos conformaremos con esta curiosa y excesivamente concreta definición del vocablo que nos facilita la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos de... México, vulgo México, así, a secas. Lo de Estados Unidos lo tienen monopolizado sus vecinos del norte así como el gentilicio "Americano", que eso sí que me encabrona.


Me desvío. Decíamos, impasse: vocablo francés que se aplica a una situación de estancamiento o suspensión en las negociaciones o en el desarrollo de las relaciones entre los estados.

¿?

El tema, como el lector asiduo y avispado habrá supuesto, es que después de veinte días de correr el maratón, habiendo descansado en condiciones y habiendo curado secuelas varias de cuerpo y alma me encuentro con un vacío importante en el calendario.

En el horizonte están, como ya escribí en su día, los medios maratones de Valladolid y Talavera, el Trail Castillos de Avila y posiblemente el maratón de San Sebastián.

Como objetivo "importante" y más próximo, tengo pendiente bajar de 1h 45' en media maratón, y el asalto será en Valladolid, a mediados de septiembre. La preparación para tal intento se solaparía y supeditaría a la del objetivo importante "de verdad": el Trail y/o el maratón de San Sebastián. ¿Porqué ese y/o?. Porque empiezo a meditar seriamente la posibilidad de hacer ambos aún existiendo tan sólo un mes de diferencia entre ellos. Pero esa es otra historia con la que ya os aburriré.

El caso es que ahora tengo un mes y medio prácticamente libre, de impasse, antes de comenzar una preparación más o menos estructurada. No hay planes ni objetivos, así que me he propuesto disfrutar rodando despacio y haciendo carreras sin presión.

Bajo este prisma el próximo calendario queda como sigue:

20 de mayo. Media maratón de Avila. Tranquilito, muy tranquilito. Haré de liebre de Nacho en su intento de bajar de las 2h 6' y luego nos comeremos un chuletón de Avila para recuperar en la buenísima compañía de unos cuantos foreros de ElAtleta.com.

3 de junio. Marcha de Pronisa. Un recorrido de 18,8 km. a ritmo tranquilo por los alrededores de Avila con el fin de recaudar fondos para la Asociación. Por el camino hay varios avituallamientos incluyendo buenos bocatas de jamón y dulces caseros. La mayor parte de los participantes la hace andando, y yo casi.

17 de junio. Carrera por equipos del Club Ecosport de Avila, al que pertenezco. Una mera excusa para juntarnos todos, hacer unos kms. en plan "competitivo", echarnos unas risas y hacer una comida campestre con chiringuito y timba de mus incluídas.

24 de junio. Casi con toda seguridad haré la XXX Carrera Popular de San Juan, un diez mil donde intentaría bajar de los 50', cosa que creo tener relativamente fácil.

Ya en julio empezarían las sesiones dignas de ser llamadas entrenos. De momento pues, a disfrutar tocan...

jueves, 3 de mayo de 2007

Vuelta al mundo en moto

Pues sí, esa es la intención de este par de "locos", a la sazón mi hermana y futuro cuñado. Ved:



La idea, como se explica en el vídeo, emitido por TV Castilla-La Mancha, es dar la vuelta al mundo en moto como viaje de bodas. La financiación correría de su propio bolsillo, aunque andan buscando algún patrocinador que se hiciera cargo de parte de los gastos a cambio de la publicidad que supondría aparecer en artículos de revistas especializadas, reseñas televisivas... Si sabéis de alguno me dejáis un mensaje.

El tema solidario consistiría en que quien quiera podría abonar una cantidad de dinero por km. recorrido, (y serán muchos), que iría INTEGRA a las organizaciones elegidas.

Les quedan muchos detalles por pulir, pero están trabajando con ilusión para ir dando forma al proyecto. En cuanto tengan perfilados los detalles os contaré.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Vueltas Pedestres a la Muralla

El pasado domingo mi club: Ecosport Avila, celebró las V Vueltas Pedestres a las Murallas, tercera carrera del V Circuito de Carreras Populares Ecosport.






Podéis pinchar en el mapa para arrastrarlo, ampliarlo para más detalles, reducirlo, ver la vista por satélite, sólo mapa o híbrido.

La carrera es la más dura del circuito debido no sólo al perfil que podéis observar, sino también debido a que buena parte de ella discurre por adoquín.

No obstante es una carrera hermosa donde las haya, al consistir, como su nombre indica, en dar dos vueltas a las Murallas de Avila, por lo que conjuga atletismo, historia y turismo, con unas vistas de postal, todo ello en un recorrido de unos cinco km..

Como siempre, os pego el vídeo emitido por TV Avila con la reseña de la misma, (crucemos los dedos por que Google Video no me lo rechaze):