jueves, 25 de octubre de 2007

Una confesión


Acabo de publicar esta misma entrada como respuesta en la página 14 del último hilo que se originó con el primitivo Rincón de los Paquetes, en el foro de ElAtleta.com, y que se ha dado en llamar Pakemons.

Debe ser que hoy estoy "blandito", quizá por el cielo encapotado, (que sin embargo augura un maravilloso entrenamiento vespertino), y me ha quedado algo sentimentaloide y pegajosa. No obstante, ahí va:

Ayer en la relativa privacidad de un intercambio de correos confesé el miedo que me producían los 50K, y que no era la distancia, el cansancio o el dolor que a buen seguro me provocarán. Era la soledad.

Cuando CyT lo propuso ví la forma de "desquitarme" de la falta del Trail Castillos de Avila, pero evidentemente, y con todo el cariño y respeto a la organización de los 50K/100K, no hay color entre una carrera y otra.

El Trail tiene, (me resisto a hablar en pasado), un recorrido hermoso, al lado de mi casa, con unos cuantos amigos desperdigados por el camino y mi familia animándome en algunos tramos. Una fiesta. En los 50K no.

En ellos me iba a enfrentar al reto solo, sin apenas dormir por el viaje, por calles asfaltadas y rodeado de frío cemento. Recuerdo vivamente aún que nunca he sentido tal sensación de soledad como rodeado de cinco mil desconocidos en la salida del tan exitoso como efímero Millennium Marathon de Madrid. Jamás.

Aquel día viajé, desayuné, calenté, corrí, sufrí, (mucho, muchísimo debido al calor), me emocioné en meta, me cambié y volví a casa COMPLETAMENTE SOLO, sin poder liberar tensión hablando con los compañeros, sin poder compartir la alegría de haber superado el reto ni los irrepetibles momentos vividos.

Al aceptar la propuesta de CyT acepté de nuevo pasar por eso: la salida de una carrera, más solitaria aún que un maratón, mucho más temprana, fría, nocturna en su primera parte. Con un circuito supongo que mucho más desangelado de público y de participantes..., y con ocho kilómetros más. Lo acepté como prueba no sólo física, sino psicológica, con toda la carga añadida de sufrimiento que implicaba no poder contar con nadie alrededor en quien apoyarse.

Y en estas que me encuentro con que un buen puñado de vosotros vais a compartir esos momentos conmigo. Cada uno tenéis vuestros motivos para haberos apuntado y vuestras espectativas. Haremos juntos esos 50K..., o no. Algunos, espero que todos, acabaremos, otros quizá se retiren en el 40K o decidan dar una vuelta más al circuito. Para algunos, también espero que todos, será una estupenda experiencia, otros jurarán no volver a hacer nada parecido..., para pasar a pensar en la próxima en cuanto se duchen. Pero ESTAREIS AHI, y para mí eso es muy importante. Gracias amigos.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Queda muy poco...

Sí, me queda muy poco para el primer asalto del doble reto que me he propuesto para acabar el año: los 50K/100K Villa de Madrid del próximo 4 de noviembre, tan solo tres semanas antes del Maratón de San Sebastián.


En esta imagen, gentileza de José Ignacio Hita, (muchísimas gracias Hita), podéis ver el recorrido y el perfil del circuito de 10K sobre el que se realiza la prueba. Mi intención es dar cinco vueltas tranquilas que me permitan afrontar los 42,195 K del maratón con una cierta garantía de terminarlo también.

He ahí un matiz importante: la envergadura de la empresa para un autodenominado corredor paquete como yo hacen que forzosamente me tenga que tomar las cosas con mucha, mucha calma a la hora de "competir". A la larga esto se está revelando como beneficioso, porque paradójicamente a lo que podríais pensar, la falta de objetivos concretos de tiempo en ambas carreras está haciendo que esté mucho más tranquilo que otras veces. La mente tiene estas cosas, y cuando aún mucha gente se lleva las manos a la cabeza cuando les comento mis intenciones, resulta que a mi el reto me parece más asequible que, por ejemplo, mi asalto a las cuatro horas del pasado MAPOMA.

En cualquier caso voy a tener la enorme suerte de poder compartir ambas carreras con un buen puñado de amigos. Para los 50K se han apuntado a la marcheta que he propuesto varios foreros de ElAtleta.com: Yoku, Zerolito, Efejota, Cabesc y Spanjaard. Al menos los tres primeros afirman querer entrar conmigo en meta. Espero que no se aburran... Cabesc y Spanjaard seguramente nos esperarán ya duchados y peinados con una buena cervecita en las manos.

Para el Maratón de San Sebastián, aparte de los compañeros de club, (Ecosport Avila va a tener una representación de casi veinte corredores, de los cuales, una vez más, yo soy el más lento), y entre un montón de otros foreros de ElAtleta.com, tendré la compañía de Silvestre, al menos en la salida, porque este mocetón de Rivas lleva una progresión espectacular, y si hace unas semanas mi intención era acompañarle sobre 4 horas y cuarto, ahora él está para 4 horas mínimo, y de entre los que tengo el placer de conocer, posiblemente también venga Pfp.

Menos de tres semanas es lo que queda para el primer asalto. Si consigo salir airoso, (tampoco pido mucho, simplemente terminar con una cierta dignidad), este será un año que calificaría como extraordinario, no sólo por batir TODAS mis marcas, cosa que por otro lado tampoco era tan difícil, sino porque habré podido correr casi todo lo que me había propuesto a principios de temporada, (sólo quedaría algún 10K de aquí a fin de año), y al menos hasta ahora en todas ellas he disfrutado muchísimo.

No sé si será por el delicado olor del incienso que estoy quemando mientras escribo o por la anticipación de ese final, pero siento un cosquilleo de lo más agradable en mi interior...

domingo, 14 de octubre de 2007

Carlos 2.0


El niño es Carlos hijo, del que me separan treinta y seis años, (el tiene ocho), y como se puede ver en la foto también un abismo en cuanto a capacidades físicas, técnicas y incluso estéticas en esto del correr.

Está hecha el domingo pasado, en una mañana de campo en la que Carlos decidió, con la excusa de verse luego en las fotos, hacer unos sprints con la naturalidad que caracteriza el correr de los niños, que entienden esto como lo que de verdad es: un juego

Durante un tiempo en el foro de ElAtleta.com, me traje la broma de intentar encontrar una foto mía corriendo en la que se me viera con los dos pies en el aire. Con el tiempo alguna fue apareciendo, pero ninguna con la sensación de movimiento y velocidad que transmite esta que os pego hoy, ¡ya me gustaría a mí!.

martes, 2 de octubre de 2007

Where the streets have no name...

...Donde las calles no tienen nombre, donde ni siquiera hay calles. Allí es donde nos gusta correr, dar rienda a las tensiones acumuladas después de un día de trabajo, de problemas. Este es uno de mis sitios donde las calles no tienen nombre..., porque no existen.

Esta entrada se la debéis a Slowpepe, un entrañable blogero que entiende de que va de verdad esto del correr. De él fue la idea de mostrar en pequeños vídeos los lugares por donde corremos.

Siento la pésima calidad debida no ya a la cámara, que también, y que sólo es una cámara de fotos, no de video, sino principalmente a mi incapacidad de mantenerla más quieta mientras corro. Para compensar os pego debajo del vídeo un enlace a unas fotos del mismo paraje, hechas con los dos pies en el suelo, de hace un par de días. Espero que os gusten:



Enlace a las fotos.