Pues sí, al final parece ser que el maratón de otoño definitivamente va a ser el de San Sebastián. Buena parte de los maratonianos de mi club nos desplazaremos a Donosti el último fin de semana de noviembre a medirnos con los 42 y pico, descartando la opción de Benidorm, al menos para este año.
Teóricamente la preparación "seria" y estructurada debería haber empezado ya, como comenté en esta entrada, pero en la práctica sigo sin superar los 40 kilómetros semanales, prácticamente todos de rodaje, y así va a ser difícil... Los problemas con los que empecé no acaban de superarse, aunque poco a poco las sensaciones van volviendo. A esto ayuda el que estoy sustituyendo rodajes suaves por salidas con la bicicleta, mi pesada antigualla de más de quince años que llevaba casi la mitad de ellos acumulando polvo en el trastero. La bici me evita impactos y descarga bastante mis músculos. Además cambia el tipo de ejercicio y la forma en la que estos músculos trabajan. Creo que ha sido un acierto e intentaré seguir compaginándola con la carrera hasta pocas semanas antes del maratón y en todo caso al menos hasta que mis pobres piernas recuperen sus sensaciones.
Como ya he contado anteriormente, de camino a la salida de San Sebastián en lo que será mi décimo enfrentamiento con la distancia, me encontraré con la Media Maratón de Valladolid, donde tengo pendiente un cordero asado, y con la recién nacida Media Maratón de Alcalá de Henares, principal piedra de toque de cara al maratón. Peligra sin embargo la Media Maratón de Talavera de la Reina, a la que casi estoy obligado a ir por motivos familiares, pero que se celebra tan sólo una semana después de la de Valladolid, lo que hace que de inscribirme se convirtiera en un simple rodaje. También voy a renunciar a algunas pruebas que me había planteado correr, como alguna de las del Circuito Serrano de Mapoma, o el Cross Cuerda Larga, que con la desaparición del Trail Castillos de Avila, tenía posibilidades de haber sido, (de una vez), mi debut en las carreras de montaña. Necesito esas fechas para lo que modestamente creo que son las sesiones base de preparación para un maratón: rodajes largos y suaves.
¿Objetivos?. Sinceramente no estoy seguro. Nunca he sido tan poco consciente de mis posibilidades ni he estado tan perplejo respecto a mis sensaciones. Recién acabado el descanso del último MAPOMA, destrozado pero satisfecho por haber bajado de las cuatro horas en un día pésimo por el calor, el recorrido y mis molestias, me fijé como meta hacer 3h 50' en un maratón como el de San Sebastián, llano y a priori con mejores pronósticos climáticos, y creo que todavía estaría a mi alcance si supero dos obstáculos: mis malas sensaciones físicas de las últimas semanas y la sensación de que pase lo que pase no quiero, (ni seguramente podría), pasarlo tan mal como en el último MAPOMA. Con una mentalidad quizá demasiado reservona, me conformaría simplemente con rondar de nuevo las cuatro horas y es muy posible que ese sea el ritmo de salida ya que iré con mi primo Jesús, al que el maratón le debe esa marca desde hace algún tiempo.
Así que al final hay objetivo, (algo indeterminado, pero lo hay), un plazo y un plan. Sólo queda correr, descansar y volver a correr. (Y montar en bici).
Como ya he contado anteriormente, de camino a la salida de San Sebastián en lo que será mi décimo enfrentamiento con la distancia, me encontraré con la Media Maratón de Valladolid, donde tengo pendiente un cordero asado, y con la recién nacida Media Maratón de Alcalá de Henares, principal piedra de toque de cara al maratón. Peligra sin embargo la Media Maratón de Talavera de la Reina, a la que casi estoy obligado a ir por motivos familiares, pero que se celebra tan sólo una semana después de la de Valladolid, lo que hace que de inscribirme se convirtiera en un simple rodaje. También voy a renunciar a algunas pruebas que me había planteado correr, como alguna de las del Circuito Serrano de Mapoma, o el Cross Cuerda Larga, que con la desaparición del Trail Castillos de Avila, tenía posibilidades de haber sido, (de una vez), mi debut en las carreras de montaña. Necesito esas fechas para lo que modestamente creo que son las sesiones base de preparación para un maratón: rodajes largos y suaves.
¿Objetivos?. Sinceramente no estoy seguro. Nunca he sido tan poco consciente de mis posibilidades ni he estado tan perplejo respecto a mis sensaciones. Recién acabado el descanso del último MAPOMA, destrozado pero satisfecho por haber bajado de las cuatro horas en un día pésimo por el calor, el recorrido y mis molestias, me fijé como meta hacer 3h 50' en un maratón como el de San Sebastián, llano y a priori con mejores pronósticos climáticos, y creo que todavía estaría a mi alcance si supero dos obstáculos: mis malas sensaciones físicas de las últimas semanas y la sensación de que pase lo que pase no quiero, (ni seguramente podría), pasarlo tan mal como en el último MAPOMA. Con una mentalidad quizá demasiado reservona, me conformaría simplemente con rondar de nuevo las cuatro horas y es muy posible que ese sea el ritmo de salida ya que iré con mi primo Jesús, al que el maratón le debe esa marca desde hace algún tiempo.
Así que al final hay objetivo, (algo indeterminado, pero lo hay), un plazo y un plan. Sólo queda correr, descansar y volver a correr. (Y montar en bici).