...Pues sí: lo que creía una simple contractura o una pequeña sobrecarga muscular parece ser una inflamación de la fascia entre las dos cabezas de mi gemelo derecho, y aunque ahora mismo ese es el menor de mis problemas, no deja de ser molesto y deprimente.
Molesto no sólo por los lógicos dolores, sobre todo en frío, sino porque el pertinente reposo corta de raíz el intento de empezar a entrenar de cara a esas 3 horas 50 minutos que son, (me resisto aún a utilizar el pretérito), objetivo para el Maratón de San Sebastián. Deprimente porque no deja de ser una molestia leve, que hizo su aparición al final de la II Carrera Pedestre Amigos del Camino de Santiago de Avila, y confiaba en que hubiera desaparecido por sí sola después de un mes de no hacer prácticamente nada de ejercicio, y el que no haya sido así significa ni más ni menos que me voy haciendo mayor para alegría de mi fisio que empieza a ver en mí una inversión a, (espero), largo plazo con interés creciente. Ya contaré.
PD. De los efectos secundarios de la inactividad, fundamentalmente traducidos en el aumento de mi ya de por sí generosa lorza, mejor ni hablo...