martes, 27 de febrero de 2007
Cambio de hábitos
martes, 20 de febrero de 2007
Un paseo mágico
Ayer fuimos a visitar a mis suegros, y por la mañana decidimos dar un paseo por los alrededores.
En la zona existen multitud de pueblos, muchos de ellos pequeñas aldeas en realidad y algunos ya deshabitados. Los que quedan sufren la emigración de su población joven a las ciudades y pueblos más grandes, por lo que los parajes que los rodean poco a poco van siendo arrancados por la naturaleza a la mano del hombre, cuya presencia va siendo cada vez más escasa, reclamando lo que nunca ha dejado de ser suyo.
Subimos por un camino practicamente en desuso por la pérdida de población y el cese de las explotaciones ganaderas que antaño lo usaban para sus menesteres, que une Los Molinos con Las Solanillas, (otro pequeño pueblo deshabitado).
Nunca había transitado por ese camino, y las fotos que os pego no son sino un pálido reflejo de la belleza que me transmitió. El día estaba encapotado y con amenaza intermitene de lluvia, a ratos cumplida, y los fotógrafos saben que en esas circunstancias los colores se saturan y la falta de contrastes bruscos te hace apreciarlos en toda su viveza.
Paseamos entre venerables encinas centenarias, coronadas por un musgo espeso y mullido. Sus ramas aparecían cubiertas de líquenes brillantes.
Vimos antiguos robles, con alguna hoja de color oro viejo, no caída aún debido a la benevolencia del microclima del paraje, entre dos laderas orientadas al sur que forman una pequeño valle que a su vez desemboca en otro mayor que discurre de este a oeste y por donde corre la carretera Avila-Plasencia.
Nunca me he llevado las zapatillas al pueblo, pero me hice la promesa de que la próxima vez mis Asics Trabuco tendrían que hollar con respeto, casi devoción, los senderos escondidos de ese pequeño bosque, casi olvidado para su uso económico y por tanto disponible para su disfrute personal.
Correr por esta zona debe ser como volver a hacerlo por impulso natural, sin las cortapisas de tiempo y distancia que nos solemos poner los atletas. Disfrutando de la mera posibilidad de poder hacerlo, de tener la salud y voluntad para ello, sólo por placer, por sentirnos vivos mientras respiramos y nos unimos con nuestro entorno.
sábado, 17 de febrero de 2007
La tormenta
Vengo del blog amigo de Merak.
En esta entrada relata su entreno de ayer, con pésimas condiciones atmosféricas: un temporal de viento y agua azotó ayer buena parte de Castilla y León, y aquí en Avila yo también me llevé lo mío, pero no fue nada comparado con aquel día...
Fué como hace siete u ocho años. Finales de agosto primeros de septiembre. Tiempo bochornoso y gruesos cúmulo-nimbos con forma de champiñón creciendo durante el día.
No obstante nunca he sido excesivamente miedoso, y una tormenta no iba a hacerme perder una carrera, así que con una media sonrisa condescendiente saludé a mi amigo y seguí adelante.
No había completado más de un par de Km. cuando de repente se hizo de noche. El viento que hasta entonces había sido tan solo molesto comenzó a ulular entre las copas de los árboles, cuajados aún de hojas. Comenzaron a caer ramas, alguna de las cuales, por fortuna no demasiado grandes, me golpeó. El aire pareció espesarse, como nublado por una mezcla de polvo y humedad, y gruesas gotas comenzaron a golpetear duramente mi rostro. A la velocidad con la que se estrellaban contra mi cara era difícil mantener los ojos abiertos.
Bruscamente un trueno desgarró el aire. No me había percatado del relámpago, pero el atronador sonido, como de roca desmenuzada me hizo recapacitar y decidir que no merecía la pena correr riesgos, así que me dí la vuelta. Por delante casi cuatro Km. hasta la ciudad. En cuestión de minutos la tormeta se convirtió en un verdadero vendaval, una de las peores de los últimos años en Avila. Los rayos comenzaron a acercarse, disminuyendo peligrosamente el retardo entre el relámpago y el trueno.
Comencé a sentir miedo. Un miedo real y tangible. Sistemáticamente contaba el tiempo que mediaba entre el fogonazo de luz y el estampido que le seguía: uno, dos, tres..., sólo un kilómetro..., ahora otro: uno, dos, tres, cuatro, cinco..., este ha sido más lejano.
De repente, de frente a mí y algo a la izquierda, en la otra ribera del río, un destello. Apenas me dió tiempo a encogerme, en un acto reflejo de autoprotección. Mis manos no llegaron a tapar mis oídos antes de que a estos llegara el latigazo de un ruido seco, violento, como un disparo.
Durante unos segundos estuve allí, agazapado, escondido, sintiendo la lluvia y el viento en mi espalda, oliendo de tan cerca que la tenía, la hierba mojada bajo mis pies. Mi respiración entrecortada, mis manos aún tapando mis oídos. Cuando la idea de lo que había pasado fue penetrando poco a poco en mi mente, apartando al puro instinto, poco faltó para que llorara de miedo.
A unos cien metros de donde me encontraba hay una caseta que protege un pozo del que se extrae agua para riego en épocas de escasez. Hacia allí me dirigí en la confianza de que estaría más protegido que debajo de cualquier árbol, y allí permanecí durante casí media hora hasta que los cada vez más escasos rayos no fueran una amenaza.
Ayer, en cuanto oí el primero, me dí la vuelta. Correr por la ciudad no tiene el mismo encanto, pero si puedo no volveré a pasar por una experiencia como aquella.
martes, 13 de febrero de 2007
Una gran alegría
Como muchos sabéis tengo una hija de trece años. Los que seáis padres de hijos de esa edad vais, (vamos), intuyendo los problemas de la adolescencia. Esa rebeldía "porque sí" contra todo lo que les venga impuesto por parte de sus padres: unos carrozas anticuados que "no entienden" los problemas de la juventud, que no se dan cuenta de que el mundo ha cambiado y de que se han quedado obsoletos.
lunes, 12 de febrero de 2007
Fotos y Vídeo II Carrera del Jarama
Lo prometido es deuda.
Aquí tenéis las fotos de la carrera de ayer. Si alguno quiere un original con la máxima resolución namás que me deje un mensaje.
Y aquí va el vídeo:
El mismo vídeo en Video Google:
Espero que os guste.
Un saludo.
domingo, 11 de febrero de 2007
II Carrera Popular Circuito del Jarama
La organización. En esta carrera lo tiene fácil: circuito completamente cerrado al tráfico por su propia naturaleza, fácilmente controlable al consistir en tres vueltas al mismo. No obstante lo que tenía que hacer bien, lo hizo. Punto, sin ningún alarde. Eché en falta unas alfombrillas en la salida, aunque como esta era tan ancha tampoco tardamos nada en cruzar la línea, y un avituallamiento a mitad de carrera. Los Km. no estaban marcados. Por contra el aparcamiento era fácil, espacioso y poco "peligroso" y había duchas con agua caliente, (muy caliente), allí mismo.
El circuito. Bajo mi punto de vista, precioso. El hecho de dar tres vueltas por una calzada donde todos hemos visto correr monstruos metálicos con más potencia en uno de sus cilindros que nosotros en nuestras pobres piernas para mí le da un valor especial a esta carrera. Ver las tribunas, las torres, los boxes... Original, divertido y con sabor. Además le da la oportunidad a la afición de ver varias veces a los corredores.
El recorrido es durillo. Un par de cuestas con poca recuperación entre ellas, una bajada tendida y la recta de meta, esta sí, llana. Es una zona muy descubierta, por lo que el viento, como hoy, se hace notar.
Animación. Escasa ya que hasta allí sólo se acerca la familia y amistades de los corredores. Eso sí, por eso mismo la que hay es bulliciosa.
Inscripción. Siete euros, bien. En los tiempos que corren, y viendo otras carreras, casi es una cantidad simbólica.
Bolsa del corredor. Sencillita: dos camisetas, (una de ellas del pasado MAPOMA), y un sombrero con el logo de Plátano de Canarias, (si no me equivoco también del pasado MAPOMA), a algunos les incluyeron un bolígrafo que la mía no tenía. Agua y Nestea al finalizar.
Valoración. Una carrera divertida. No apta quizá para buscar marca por su orografía pero ideal para pasar un buen rato.
La crónica.
viernes, 9 de febrero de 2007
Crónica de una tirada larga
Ayer corrí frente y a través del viento. El fulgor del sol poniente, asomado por debajo de las nubes que toda la mañana lo habían cubierto, entrecerraba mis cansados ojos.
Barro y agua, límpidos espejos quebrados por mi súbita pisada, jadeos entrecortados en resbaladizas cuestas, dolorosa conciencia de mis humildes límites, empequeñecidos por las estribaciones de la nevada sierra, cada vez más cercana e imponente. Fría e impertérrita montaña frente a las miserias de quien intenta creer que la conquista por el hecho de encaramarse a su cima.
Más tarde el sol en mi espalda. Una sombra cada vez más alargada en su vano intento de llegar cuanto antes de vuelta a la nada, al vacío abandonado horas atrás, donde siguen habitando los mismos fantasmas, el mismo moho que corroe mi espíritu.
jueves, 8 de febrero de 2007
Redefiniendo objetivos
En el foro de ElAtleta.Com me había enterado de la existencia de la Carrera del Jarama, a la cual no tenía pensado ir porque tenía previsto un viaje para esa fecha.
Como quiera que ese viaje no ha podido cuajar, en un principio paso a fijar esa carrera como objetivo de preparación al MAPOMA, incluyéndola en esa preparación tan sólo como un rodaje fuerte, ya que el correrla tengo que confesar que es tanto por el recorrido, (precioso, tres vueltas al circuito del Jarama), como por pasar el día con mucha buena gente del Foro de ElAtleta.Com.
También tengo decidido hacer una media maratón antes del test definitivo de cara al MAPOMA, que será la Media Maratón de Madrid. Como candidatas tenía la Media Maratón de Segovia y la de Collado-Villalba. Como quiera que esta primera media no iba a ser más que un rodaje "alegre", al final me he decidido correr la de Collado-Villalba, pues es en mejor fecha que la de Media de Segovia, (bien que me pesa, que esta tiene que ser una carrera hermosa donde las haya).
Así que de aquí al MAPOMA, y si el tiempo, las lesiones, las obligaciones familiares, gordo de la lotería o cualesquiera otros imponderables que puedan surgir no lo impiden, correré la Carrera del Jarama, la Media Maratón de Collado Villalba y la Media Maratón de Madrid.
No es el calendario que tenía pensado en un principio, pero tampoco está nada mal, ¿verdad?.
Un saludo.
Enlaces de Montaña
Aquí iré añadiendo aquellas páginas de referencia en el mundillo del atletismo montañero:
Foro de Carreras de Montaña de ElAtleta.com.
Club Tierra Trágame, organizadores del Maratón Alpino Madrileño.
Wikineos, un excelente proyecto de web en entorno wiki, y por tanto abierto a colaboración de cualquiera que lo desee, de reciente creación (enero 2010) que a buen seguro en poco tiempo se convertirá en referente: rutas, información, material... Os animo a participar en él.
Real Sociedad de Alpinismo Peñalara, organizadores, entre otros, del Gran Trail Peñalara y de la Liga Peñalara de carreras por montaña.
Gran Trail Peñalara, la "bestia" de la zona centro.
Corredor de Montaña, completa web con todo tipo de información.
Minarium, imprescindible: rutas, consejos...
martes, 6 de febrero de 2007
¿Por qué corro?
No, no me refiero a razónes filosófico-metafísicas, de salud o estéticas, sino a ese impulso concreto y último que me animó a ponerme las zapas y salir a gastarlas.
En mi caso la "culpa" la tiene mi profesor de Educación Física de 1º de B.U.P.
Era un defensor a ultranza del deporte-base, entendiendo como tal, nada de soltarnos un balón y echar un partido, que era lo que solían hacer los "profesores" de Educación Física de la época, sino que nos llevaba a una pista de atletismo de ceniza, a escasos trescientos metros del instituto, y a correr... Allí nos hacía entrenamientos salvajes. Recuerdo un día de ¡diecinueve series de 400 m.!, que casi ningún compañero terminó.
Otro de sus entrenamientos preferidos era hacernos subir al Santuario de Sonsoles, distante por camino unos cuatro Km. de la pista y con una subida durísima en el último Km. Lástima que en la foto del SigPac no se aprecie la pendiente de ese último Km que pocos hacían corriendo...
Por supuesto yo siempre era el último.
Los Kg. y la inactividad de toda mi vida hacían que a los pocos cientos de metros tuviera un flato y un dolor de piernas terrible.
Cualquier EDUCADOR hubiera intentado motivarme de alguna manera: haciéndome ver las bondades del ejercicio, la necesidad de una alimentación equilibrada que me llevara a una pérdida de peso como condicionante para una mejor salud de adulto... ¡Qué se yo!, cualquier cosa que me sirviera para cambiar ese estilo de vida comodón. Por el contrario, este hombre SE REIA y se burlaba de mí cuando llegaba solo y hecho polvo de vuelta a la pista, lo que lógicamente arrastraba detrás a mofarse a la mayor parte de la clase.
No voy a decir que eso me traumatizara ni me preocupara en exceso, (aunque evidentemente me molestaba), antes al contrario, me cabreaba sobremanera. El caso es que entre chanzas pasé ese curso.
Recuerdo el primer día de vacaciones. Me desperté pronto, acostumbrado como estaba al horario del instituto, y sin saber muy bien porqué, me dije que tenía tres meses para cambiar la situación del año anterior. Con una cierta chulería de carácter que siempre me ha acompañado, a veces calificada por mi madre como un deplorable exceso de orgullo, pero que ha hecho que pocas veces haya agachado la cabeza ante una adversidad, me levanté, me puse el chándal y salí a correr. Subí al famoso Santuario de Sonsoles, y para mi sorpresa, llegué sin parar ni una sola vez. Fué una excelente notica para mi autoestima, así que al día siguiente repetí. Al otro no podía moverme, pero ya no dejé de correr en todo el verano.
Recuerdo que perdí muchos Kg. en poco tiempo y mi madre tuvo que comprarme pantalones nuevos. Lástima que treinta años después eso no sea tan sencillo...
A medida que llegaba el principio del nuevo curso se acrecentaban las ganas de "enfrentarme" de nuevo a mi profe de Educación Física.
En la primera clase nos mandó subir, ¡cómo no!, al Santuario de Sonsoles, (¡qué obsesión tenía el tío con él!)
Pronto hice grupo con un amigo. Llegamos arriba y bajamos solos, con gran ventaja sobre los siguientes compañeros. Al llegar el profe me felicitó, me dijo que esperaba "grandes cosas" de mí ese año, bla, bla, bla... Fué uno de los días más felices de mi vida deportiva.
A partir de ahí, con mayor o menos intensidad, durante toda mi vida he practicado deporte, y nunca le dije a ese profesor que sus poco didácticos métodos educativos habían conseguido hacerme un favor que él jamás sospechó.
Esa es mi historia...
domingo, 4 de febrero de 2007
No sólo atletismo
Mosacio de retazos. Un blog lleno de sensibilidad.
Mirando por el objetivo. Mi blog de fotografía.
Almirante Mengano. Tribulaciones y desventuras de un funcionario de la Agencia Tributaria.