Un comentario reciente de Mayayo en una anterior entrada de este blog me hizo pensar en la “responsabilidad” de que alguien tomara mis modestas aportaciones montañeras como guía y las siguiera al pie de la letra sin tener en cuenta el momento en que yo las he realizado, extrapolando estas experiencias a otras circunstancias, por lo que advierto que esta ruta está hecha en un día casi perfecto, sin ningún tipo de complicación climatológica salvo una amenaza de niebla que afortunadamente no se cumplió, ni problema físico, y que evidentemente no cometimos ninguna imprudencia. Antes de repetirla, si es que la lectura de esta entrada te anima a ello, tienes que tener en cuenta que es un recorrido de ALTA MONTAÑA, casi todo él rondando o por encima de los dos mil metros, para el que se necesita un mínimo de forma física y un mucho de sentido común para no hacerla mal equipado, sobrevalorando nuestras posibilidades o con clima adverso.
Una vez a salvo mi conciencia, relato: el pasado domingo subí con la familia a La Mira, una de las cumbres de la Sierra de Gredos, con 2.343 metros de altura, saliendo de la Plataforma de Gredos. Si buscáis por la red encontraréis variantes sobre el mismo recorrido. Yo detallo el que nosotros hicimos, que no difiere mucho del “estándar” y que no tiene mayores complicaciones que su duración SIEMPRE QUE HAGA BUEN TIEMPO. Nosotros tardamos ocho horas a paso tranquilo y con varias paradas a reponer fuerzas. Aquí tenéis el mapa de la zona.
Partimos de la Plataforma de Gredos a eso de las diez y media, algo tarde teniendo en cuenta que precisamente ese día cambiaron la hora y anochecía antes.
Inicio de la ruta: Plataforma de Gredos.
A poco de subir, una vez salvadas las primeras y duras rampas empedradas, llegamos a una bifurcación donde cogeremos el sendero de la izquierda y pasaremos junto a un pluviómetro metálico que podéis ver a la izquierda de la primera foto y de la caseta que alberga la maquinaria del remonte de la antigua pista de esquí.
El camino es la denominada Vereda del Puerto de Candeleda, que discurre paralela a la Garganta de Prado Puerto, por lo que no tenemos pérdida.
La ruta habitual sería girar casi inmediatamente a la izquierda, justo al lado de una caseta-refugio y seguir por el lomo de Prado Puerto en dirección a Los Campanarios por un sendero perfectamente marcado con hitos, pero nosotros seguimos adelante unos cientos de metros más por la garganta.
Caseta-refugio por donde sube el sendero habitual hacia Los Campanarios.
Después de unos minutos cruzamos la garganta y vemos un arroyo que desemboca en ella por la izquierda según subimos. Es el Arroyo de la Ciruelilla. En algunos mapas, (por ejemplo en el que os he enlazado antes), he visto una vereda paralela a este arroyo, y mi intención era subir por ella, pero “in situ” no encontramos más que alguna pequeña trocha que aparecía y desaparecía, aunque como veis en la foto tampoco tiene mayor problema remontar su cauce.
Imagen del Arroyo de la Ciruelilla.
Una vez desaparecido el arroyo no queda más que coronar el collado que tenemos enfrente, totalmente pelado por un incendio que acabó con los piornos que lo cubrían no hace mucho a juzgar por los troncos a medio quemar que así lo atestiguan.
Negro y gris de ceniza en lugar del verde oscuro del piorno. Triste, muy triste espectáculo.
Salimos al denominado Alto del Pajonal, donde simplemente tenemos que coger el cordal a nuestra izquierda, y donde ya adivinamos la cuerda que une La Mira con el Cabezo del Cervunal. A partir de este momento el sendero está perfectamente marcado, pisado y con hitos.
En el paraje denominado Los Campanarios tuvimos las primeras vistas espectaculares del día, no aptas para gente con vértigo... De hecho mis hijos no se atrevieron a encaramarse al saliente rocoso donde está mi esposa.
El cordal que seguimos está también pelado por el fuego en esta zona y no tiene ninguna dificultad. El domingo vimos muchísimas cabras.
Si giramos la vista atrás tenemos una espectacular vista de los Altos del Morezón y el Circo de Gredos.
Poco después el sendero se hace más ameno, al transitar entre piornos y roquedos, en dirección al Risco Pelucas. Esta es la parte más complicada del recorrido. El Collado de la Lanchosa se hace duro por el desnivel, y hay zonas a la umbría con bastante piedra en las que habría que tener mucha precaución en caso de hielo o nieve.
Iniciamos la parte más dura del recorrido, aunque el paisaje merece la pena.
Zona algo más técnica. Ojo si hay hielo o nieve.
Una vez salvada esa pedrera de la foto, tenemos unas espectaculares vistas de La Mira.
La Mira, en el centro de la imagen. Allá vamos…
Un pequeño respiro en esta zona y enseguida toca superar la Cuerda de la Lanchosa, dejando a nuestra derecha el Risco Pelucas, y donde hasta el más avezado montañero resoplará algo…
Otro pequeño respiro superada la cuerda y llegamos al Collado de la Lanchosa, más amable de subir que el cordal, y donde no pudimos por menos que refrescarnos en las frescas y transparentes aguas que de él manan.
Un respiro después de salvar el cordal de La Lanchosa.
Ejemplo de fauna exótica y poco adaptada al medio…
Al coronar el Collado veremos las ruinas del refugio de Los Pelaos, donde hay además un par de fuentes.
Una de las fuentes en primer término. La segunda en el centro y a la izquierda. Al fondo las ruinas del refugio.
Y a nuestra derecha, el objetivo principal del día: La Mira.
La Mira desde el Refugio de Los Pelaos.
No queda más que un pequeño esfuerzo para disfrutar de lo que DEBEN SER, unas de las vistas más hermosas de la sierra. Escribo DEBEN, con mayúsculas, porque la niebla que amenazó con subir desde el sur durante toda la mañana al final casi lo consigue…, privándonos del espectáculo. No obstante, subir mereció la pena…
Ruinas del lugar donde se emplazó un antiguo telégrafo óptico.
Atención esmerada: azafata de recepción a la entrada...
Unas cuantas fotos desde el alto de La Mira:
Vista hacia el oeste. El Circo de Gredos está allí, al fondo…
La niebla amenazando con subir a Los Pelaos.
Uno de los pocos momentos en que pudimos ver Los Galayos desde el alto de La Mira.
Espero que hayan disfrutado de la subida. Gracias por viajar con Viajes La Mira…
De nuevo en los alrededores del refugio hicimos una parada algo más larga para comer un buen bocata, llenar cantimploras y coger fuerzas para el descenso.
En un principio éste le hacemos por el mismo sitio por donde subimos previamente.
Hay momentos en que trago saliva y por mucho que haya estudiado el mapa dudo de mi habilidad para llevar a mi familia de vuelta si el viento cambia de dirección y esas nubes que de momento no consiguen sobrepasar el cordal se convierten en niebla…
En parte debido a la amenaza de niebla, en parte a la premura de tiempo, pues no nos sobraba mucho antes de que oscureciera, y en parte porque ya llevábamos varias horas de marcha, decidimos volver por el lugar habitual: el sendero que recorre el lomo de Los Campanarios en dirección noroeste, dejando el Circo de Gredos a nuestra izquierda, y que no aparece marcado en el mapa, aunque como dije antes sí es un sendero claro, señalizado con hitos.
Enlace del sendero paralelo al cordal, por donde subimos por la mañana, y el que tomamos al bajar.
En pocos minutos avistamos de nuevo la caseta-refugio, al pie de la Garganta de Prado Puerto y de nuevo a la vista del pluviómetro y la abandonada maquinaria de los antiguos remontes de la pista de esquí, en poco tiempo enlazamos con la senda que baja de la Laguna Grande.
Al fondo están la caseta de la maquinaria del antiguo remonte y el pluviómetro. Había poca luz ya…
Ultimo tramo: la familiar senda empedrada que sale de La Plataforma de Gredos.
Unas cuantas fotos más:
6 comentarios:
La ostia niño!! Opss, perdón, que esto lo verán infantes... ¿Pero tú has visto que peazo de fotos? Yo es que me enamoro cada vez que veo tus reportajes Carlos.
Me encanta cómo presentas las rutas, creo que vas a conseguir ser una referencia en esto, marcarás una diferencia, tiempo al tiempo... ¡Cómo mola la cabrita!
Genial de nuevo Carlos, consigues que te sigamos ( os sigamos- inciso- me alegro de que tu esposa se haya animado- ) con plena dedicación. Lo digo de corazón, creo que mi interés ya va más allá del hecho de conocer el sitio, me engancha tu forma de contar cada paso y asegurarlo con su imagen. Por cierto, las fotos son ...
Ya sabes lo que opino.
Besos
Hola Carlos, la verdad es que tus reportajes son alucinantes que descripción más detallada y que fotos más bonitas y descriptivas de lo que cuentas.
En casa se lo he enseñado a la familia y mi hijo la primera pregunta que me ha hecho ha sido....eso está muy lejos?
Por?, pues para ir jajajaja.
Un saludo y sigue por favor deleitandonos de vez en cuando con estos "reportajes"
Rafa
Enhorabuena Carlos por el relato y las fotos. Alucinante. Solamente quería comentar que es imposible ver la Cuerda de los Galayos desde cualquier punto de esta ruta (exceptuando La Mira). La cuerda que véis es la que une Cabezo del Cervunal con La Mira. Los Galayos quedan un poco más bajos.
Pero insisto, menuda pasada de reportaje y narración.
Gracias.
DANI, gracias. De referencia nada, que hay gente mucho más experta por ahí. Si acaso yo seré en el mundo de la montaña lo mismo que en el del atletismo: un paquete...
MOTNSE, mi esposa animada está, pero su jefe a dejarle libres los fines de semana...
RAFA, yo estoy disfrutando muchísimo de compartir estos momentos con mis hijos, y si alguna de mis entradas puede colaborar a que tú sientas lo mismo con tu hijo, el trabajo de editar y publicar merece la pena. Muchas gracias.
PEDRO, muchísimas gracias por la aclaración: lo último que querría sería perder a alguien por ahí, jejeje... Bienvenido por aquí. ;-)
Bonita atalaya es La Mira, si.
Un placer seguir la ruta paso a paso y foto a foto, Carlos.
Si sigues por esas sendas, en cualquier veremos una foto tuya en lo alto del Torreón de Galayos.
El panorama es increíble desde allí, y ademas, la cima está perfecta para sacar la bota de vino y los manjares
;-)
Publicar un comentario