jueves, 4 de septiembre de 2008

Unas crónicas inspiradoras

 

Hoy he leído la crónica de la participación de Sergio Mayayo en el CCC, (carrera de montaña entre Courmayeur-Champex-Chamonic).

Definamosla como la madre, (o al menos una tía), de todas las carreras de montaña, o al menos así me lo parece a mí, neófito en estas lides. Sus fríos datos de distancia a recorrer y desniveles acumulados asustan incluso a los más avezados trepariscos, atentos, 98 kilómetros a cubrir en un máximo de veinticuatro horas con un desnivel positivo de ¡¡¡cinco mil seiscientos metros!!! y otro tanto negativo.

Sergio se ha enfrentado a ella con éxito y ha tenido a bien regalarnos sus experiencias. Como le confieso en mi comentario, me he emocionado al leerle, quizá por una especial sensibilidad debida a mi debut en carreras de montaña en el próximo, (demasiado), VII Cross del Yelmo.

Esta mañana no he podido por menos que comparar lo que me parece toda una hazaña con mi referencia personal más cercana a ella: la I Edición de la Challenge Ultra Fondo 24 Horas de Torrejón, organizada por el club Ñ Ultrafondo, de este año. Me recorría un escalofrío al ser consciente del abismo que separaba una de otra excepto en su duración máxima de veinticuatro horas. Recordaba el esfuerzo, el tesón, la fuerza de voluntad que yo tuve que emplear para hacer esos cien mas dos kilómetros que me llevaron casi al éxtasis, y extrapolaba esas sensaciones a la gesta de Mayayo y esos otros mil héroes. Mi logro queda empalidecido ante el de ellos... Recuerdo los momentos límite que yo sentí, como esa onírica experiencia entre psicodélica y mística, y debida seguramente a un bajón de azúcar, que me resultó tan tremendamente plástica en la soledad de la noche: una lluvia seca sobre mí cabeza. Recuerdo mis manos abiertas intentando sentir la humedad, mis ojos en busca de las ondas que esa lluvia deberían dejar en el pequeño lago del parque por el que discurría la prueba. Recuerdo mi irracional perplejidad al no encontrar mis sentidos lo que mi poco lúcida mente les hacía buscar, recuerdo que a cambio vi en la lisa superficie del agua el hermoso reflejo de las estrellas, la vegetación y las luces del parque, mezclados todos en una delicada estampa impresionista... Traslado esas sensaciones a la noche de Sergio, entre paisajes de típica Suiza, cumbres de vértigo, viento susurrando entre los árboles y olor a pino... Todo ello a la luz de un frontal zigzageante entre piedras y estrechos senderos. No soy capaz de imaginar el nivel de las sensaciones de Sergio, pero SE que fueron tan intensas que le dolieron.

14 - Pedro tras acabar en 23h15'Claro, que tampoco os perdais el periplo pirenaico de Pedro Wild Runner en los Carros de Foc. Más cercana, seguramente igual de hermosa y casi tan dura como el CCC. Mismas sensaciones, mismo reto: igual satisfacción. Eso sí os dolerán las rodillas sólo de pensar en esos collados que tan bien describe Pedro...

Suelen entrenar juntos. No, si Dios los cría...

Mi personal CCC/Carros de Foc será, si todo va bien, (porque bajo ningún concepto voy a morder algo que no pueda tragar), en el próximo Maratón Alpino Madrileño. Allí, con mi amigo Zerolito, (y algún otro paquetillo que seguro que se nos apuntará), tendré  un momento de recuerdo para estas entradas que tan hondo me han llegado.

Gracias Sergio, gracias Pedro.

La foto que encabeza esta entrada está robada del blog del propio Sergio, y en ella le podéis ver entrando feliz en meta. En la otra Pedro, orgulloso con su forfait lleno de sellos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo de pensar que me esta empezando a apetecer, me estoy poniendo malito.

Darth

ELMOREA dijo...

Pues la verdad, eso de estar 24 h dando vueltas a un circuito de 1 km a mi me parece peor, francamente. Eso si, estos tipos estan que se salen ¡¡¡y nos siguen hablando¡¡¡

David Rodriguez Roures dijo...

felicidades a los dos,estas carreras son duras de verdad,hay que estar muy preparados,mental y físicamente,aunque tu no te quedas corto,un saludo.

mayayo dijo...

gracias carlos.

yo, en gran parte estoy con miguel en q el reto de pasar 24 arando cual buy por el mismo circuito pide tambien una dureza mental berroqueña :-D

en fin, lo q si es seguro es que cada uno sacamos de esas aventuras unas sensaciones q no nos dejarán el resto de nuestra vida. Y sí, sentimos cosas muy especiales: la lluvia seca, las constelaciones de frontales en la noche, y mucho mas.

Nos veremos en el Yelmo, y estoy seguro que para ti el MAM 09 será solo una estación de paso, no el final de un camino...

Un abrazo,