viernes, 27 de junio de 2008

II Carrera de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Avila

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEl pasado domingo se celebró con gran éxito la II Edición de la Carrera Pedestre de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Avila, de la que ya os hablé en esta anterior entrada. (Sí, ya se que la publico con una semana de retraso, pero creedme, me ha sido imposible hacerlo antes...)
 
Más de ciento cincuenta corredores, (por los poco más de cuarenta del año pasado), abarrotaron la pequeña plaza de Narrillos de San Leonardo, donde se daba la salida. Esa fue la primera alegría del día, ya que conozco de primera mano la ilusión que la Asociación había puesto en mejorar la carrera del año pasado, y se merecían la respuesta del corredor. Al acabar, tanto la organización como los corredores estábamos muy satisfechos de cómo se habían desarrollado las cosas y espero que eso signifique que la carrera se consolide para futuros años, pues con la infraestructura que aún tiene en mi opinión puede crecer aún más.
 
Como el año pasado, los principales protagonistas fueron dos: la orografía y el calor. Si entonces ambos me sacudieron de lo lindo por despreciarlos, este año me presenté a la salida con la debida humildad, habiéndome hidratado a conciencia y provisto de gorra y crema solar suficiente como para el Marathon des Sables. Además mi primo Jesús tampoco estaba por la labor de sufrir en exceso, por lo que habíamos quedado en marcar un ritmo suave que nos permitiera pasar la mañana disfrutando del recorrido. Aún así los últimos kilómetros se hacen duros, y a pesar de ser una carrera de "sólo" poco más de dieciseis kilómetros hubo abandonos, desfallecimientos, (sustos incluídos que por fortuna se quedaron sólo en eso), y corredores muy tocados en meta..., y es que no es lo mismo correr por asfalto que saltando entre piedras, esquivando piornos y "vadeando" arenales a treinta grados a pleno sol y con constantes cuestas y toboganes.
 
Casi de salida hicimos grupo con dos compañeros de club: Jime, (menos de tres horas en maratón), y Yolanda, su esposa y a la postre tercera dama en la clasificación. Una pareja encantadora. Su ritmo y sobre todo su compañía eran reclamos irrechazables para disfrutar de la carrera, así que no nos lo pensamos, y entre cuestas, más arriba que abajo al principio, más abajo que arriba en la segunda parte, veredas, trochas, calzada romana, camino y campo puro y duro, fueron pasando los kilómetros.
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Para no ser excesivamente pesado me voy a detener sólo en algunos momentos de esos que disfrutas especialmente, como el paso por la antigua cantera de la foto, ahora abandonada e inundada, el del alto de Cardeñosa, donde tuve un momento para mirar a mi derecha, hacia Guadarrama y pensar en los valientes que a esa misma hora se batían el cobre con el mismo calor que nosotros pero a dos mil metros de altura, en el Maratón Alpino Madrileño, aún proyecto para el año que viene pero al menos ya más que un sueño para mí, o el paso por las ruinas de Garoza, parte de las cuales podéis ver en la foto que encabeza la entrada, con su no bien conocida, al menos para mí, historia.
 
La organización, con muy buen criterio, aumentó a tres los avituallamientos, cosa que se agradeció mucho, así como la gran cantidad de voluntarios que se aseguraron que nadie enfilara un sendero equivocado. Al final de la carrera, en Gotarrendura, y después de la entrega de trofeos se hizo un sorteo de regalos, incluidos ¡dos sacos de patatas!, (sí, como lo oís), que los afortunados tuvieron que llevarse sobre sus propias costillas, como si hubiéramos tenido poco trajín durante la mañana... Para finalizar, la Asociación tuvo el detalle de prepararnos una degustación en condiciones: grifo de cerveza, refrescos, tortillas, empanadas, embutidos... Como decía el otro: "que no falte de na..."
 
Resumiendo: un recorrido precioso, en el que se unen la belleza estacional de la unión de sierra y llanura por el que discurre, llevándonos de un paisaje donde predomina la jara y la retama a la más dura llanura cerealista. Cultura, deporte y turismo todo en uno. Atención, casi mimo, al corredor. Todo por cinco, oígame Vd. bien, cinco euros. ¿Os la vais a perder al año que viene?
 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

bonita, pero que muy bonita crónica, llena de elementos de lo más distintos, naturaleza, recorrido, clima...

Anónimo dijo...

Pero si siempre hay una carrera en Ávila...

Cada vez me reafirmo más en las ventajas de vivir en una ciudad pequeña.

¡Y tú no te pierdes una!

Anónimo dijo...

carlos no he tenido tiempo hasta hoy de leer tu comentario de la carrera, correr contigo y con tu primo si que es un placer

Lander dijo...

el año próximo allí estaremos, a ver si es verdad que liamos un barullito...
saludos.

anita (la gurisa) dijo...

hola carlos! preciosas las fotos del otro blog.. ¿y las hormigas se comieron los ladriloos) jeje

que lindo correr en medio de la naturaleza.. bueno, cualquier cosas es hermosa dentro de ese escenario...

un beso grande!