viernes, 17 de agosto de 2007

World Press Photo


El miércoles pasado tuve que pasar unas horas en el aeropuerto de Barajas. Según accedía a la terminal vi que había una exposición con fotografías de World Press Photo, y como después de facturar tenía un par de horas libres fui a visitarla. World Press Photo es una organización que defiende el derecho a una información gráfica libre bajo el presupuesto de que muchas veces el periodista puede escribir sobre hechos concretos, pero se prohíbe la publicación de imágenes sobre ese mismo hecho.

Consideraciones morales al margen, como el caso de víctimas de atentados terroristas, imágenes de menores..., es cierto que dramas humanos, catástrofes naturales o situaciones injustas muchas veces se reflejan mejor con una buena imagen que con cientos de artículos, por lo que muchos gobiernos aún restringen esa información gráfica más aún que la escrita. Es ese derecho a la información gráfica el que defiende World Press Photo, y a tal fin cada año elige las imágenes que a juicio de un jurado son las mejores fotos del año. Las hay duras, muy duras, como las de los psiquiátricos de Sudán o las de los efectos de las bombas israelíes sobre la población civil palestina. Otras son amables, como las de los bailarines de break dance en París. Alguna prosaica como el cabezaco de Zidane a Materazzi en el pasado mundial de fútbol, o bellísimas como las de la marcha de los pingüinos sobre la banquisa antártica, pero todas ellas consiguen hacer vibrar algo en quien las ve.

La que encabeza esta entrada es la ganadora, protegida por copyrigth y reproducida sin permiso expreso, lo que espero que no me acarrée problemas legales, y aquí tenéis el enlace a la Galería completa clasificada por categorías.

Visualizarlas todas seguidas a mi me provocó el efecto de entrar en un crisol de sensaciones de lo más variopinto, desde el estremecimiento mas profundo por la estupidez y la maldad de esta especie, mal calificada como "sapiens sapiens", hasta la admiración por la técnica fotográfica submarina. Os aseguro que merecen la pena.

3 comentarios:

anita (la gurisa) dijo...

La verdad qeu si, merecen la pena... hay algunas demasiado duras, pero bueno, es parte de la realidad.. no?

besos

Alfonso dijo...

Las imágenes tienen mucha más fuerza que los textos. Pero hay que tener cuidado con ellas. Les solemos dar un plus de veracidad por que pensamos que captan lo mismo que un testigo presencial. Pero esto no es correcto. La imagen se presta también a manipulación. Esta foto ganadora dio origen un un debate, porque parecía transmitir cierto morbo pijo por la destrucción. Luego pareció que no era tan así.

Si te interesan estos temas, hay un libro de de Susan Sontag, "Ante el dolor" que aborda estos asuntos de la imagen.

Saludos

Carlos dijo...

Anita, pues sí, la vida es dura, y bella... Se trata de no dar la espalda a ninguna de sus distintas facetas y disfrutar de las que merezcan la pena e intentar corregir en lo que podamos aquellas que no.

ALFONSO, totalmente de acuerdo con tu matización. La fotografía, como todo intento humano de reflejar la realidad, se ve inevitablemente influído por nuestra forma de ver el mundo, pero estoy seguro que el debate sobre esa foto surgió mayormente entre colegas envidiosos de la fuerza expresiva de esa imagen. Estoy convencido que la intención del autor sólo era hacer una buena foto, y si acaso expresar mediante el contraste del primer plano con el fondo, cómo un país machacado sistemáticamente desde hace años consigue no obstante seguir viviendo..., o quizá no, pero si no se limita el acceso a la escena a otros fotógrafos, así podrán dar cada uno su versión. Esa es la intención de World Press Photo.

Muchas gracias por la recomendación del libro. Lo buscaré.

Un abrazo.