domingo, 20 de mayo de 2007

Crónica Media Maratón de Avila

Decíamos ayer que la crónica de la Media Maratón de Avila sería mucho más amable que su análisis, y no sólo porque con la perspectiva de una buena noche de sueño y descanso las cosas se ven de otra manera y uno vuelve a escalar sus principios vitales estableciendo de nuevo qué es lo importante y qué no y por qué cosas merece la pena estar cabreado y por cuales no.

Hoy toca la parte festiva y divertida de la carrera y de casi todas las carreras desde que un día se me ocurrió apuntarme a la Liga de los Paquetes, engendro del gran Malagueta en el foro de ElAtleta.com de la que ya he escrito alguna que otra vez. Sonará repetido, pero aparte de muy motivante, lo mejor es que mi participación en esa liga ha conseguido que conozca a mucha buena gente.

Ayer cuatro ilustres foreros-paquetiles se desplazaron a Avila con sus familias para "disfrutar" de la carrrera, (y de una buena comida, cosa que sospecho que fue la verdadera razón del éxito de la convocatoria...).

Así que poco después de las nueve estábamos reunidos en la Plaza de Santa Teresa Nacho-Silvestre, César-Manta, Ernesto-Mocosoft y Carlos-Darth Vader. Repito, buena, buena gente.

Saludos, parabienes varios, presentaciones de la familia, un cafelito, breve calentamiento... y a línea de salida.

Por la noche había llovido como si fuera la última vez que lo fuera a hacer. El ruido de la lluvia me despertó, y en el duermevela que siguió tuve un sueño en el que suspendían la carrera debido a la tromba de agua, y ahí estaba yo, en la salida, con mi pobre hija empapada, cinco dorsales, (qué cosa esto de los sueños: suspenden la carrera pero te dan el dorsal...), y esperando a unos amigos que se desplazaban desde Madrid para nada. Suerte que la realidad fue mucho más benévola y durante la carrera no cayó una sola gota.

Pero estábamos en línea de salida. El primer km. de la carrera es precioso, bordeando el lienzo sur de la muralla, ...y cuesta abajo.

El plan era sencillo. Ninguno teníamos un objetivo concreto, excepto Nacho que quería rebajar la marca de su primera media maratón: 2h 14'. Así que decidimos correr juntos, acompañándole, animándole y cortándole el viento con que amaneció el día.

Pronto nos dimos cuenta de que nuestros desvelos no eran correspondidos y que Nacho se traía un guión preciso y bien estudiado del que no se apartó lo más mínimo, de tal forma que hubo momentos en que fue él el que tiraba de nosotros, visto lo cual nos dedicamos a intentar que mis paisanos, fríos ellos, nos aplaudieran, por nuestra parte a apaludir nosotros al "farolillo rojo" de la carrera cada vez que nos cruzábamos con él y a lamer algún que otro charco, ya que las botellas desechadas por los afortunados que corren más que nosotros, y que parece ser que tienen más derechos a pesar de pagar lo mismo que los trotones, pronto se acabaron.

La carrera no tuvo mucha más historia, entre cabreos por la falta de agua y algún que otro chiste fueron cayendo los kms. a un ritmillo suave que sólo decayó en el bautizado por MiguelitoKm0 como "El Muro de las Lamentaciones", la tremenda cuesta final de la media en la que algún "madiquita" echó a andar, eso sí, al mismo ritmo al que nosotros corríamos.

No nos demoramos demasiado en meta y después de una duchita fuimos a hidratarnos convenientemente con una merecida cervecita antes de comer. La sobremesa, como no podía ser menos, de lo más animada. Junta a varios corredores, da igual si se conocen de antes, qué trabajos tengan o lo dispar de sus ideas: hablarán durante horas. Y eso es lo que hicimos, compartir experiencias, objetivos, chascarrillos...

Al final otro cafelito y una despedida que se me antojó demasiado temprana.

En resumen, un muy buen día de atletismo sin presión y de buena amistad.

12 comentarios:

Spanjaard dijo...

Carlos, tecleando tecleando ... que no me salía la dirección de tu blog. Lo busco en mi listado y NO LO TENÍA. Mil disculpas y quedas añadido tras esta metedura de pata gorda.
Sobre la carrera, uno como lo ha visto casi todo.... saludos

Carlos dijo...

Págate una cervezorra de esas que te gastas tú en los avituallamientos de los maratones y pelillos a la mar...

Respecto a la carrera pregúntale a Yolanda, a la que pillamos allá por el km. 12...

Un saludo. ;-) :-)

cabesc dijo...

eh!! dónde hay cervezas?, jejeje

Anónimo dijo...

Carlos, por cierto, hay noticias en el foro de montaña.
Spanjaard

Peques Silvestre dijo...

Buenos días Carlos.

Ayer fué un día de los que crean afición, de los que nos hacen acudir a las carreras, evidentemente no por la organización sino por que la compañia fue EXCELENTE.

Compartiremos mas.

Un abrazo.

Merak dijo...

aunque no te lo creas, estuve esperando hasta las 2:10... pero me tuve que ir

Anónimo dijo...

Hola Carlos, me alegro que a pesar de los problemas con el agua, pasarais un gran día. Yo aveces digo que la carrera es la excusa para el resto, y el resto parece que fué estupendo.
Un abrazo
pd, donde hay cervezas?, yo me apunto a tóooooo.
Lander.

sega dijo...

Pues nada, pelilos a la mar y aquedarse on lo bonito del día, no?

Eso sí, creo que segovia va a seguir creciendo a toda mecha por este camino :-))

mayayo dijo...

lo de arriba es mio, Carlos.
Me saltó con otra cuenta por despistado..

anita (la gurisa) dijo...

ASi que en entre lo posterior y a pesar de la falta de agua... una buen dia de carrera! (que no es lo mismo que buena carrera, no?)

beso!

Alfonso dijo...

Bueno, la organización fue infame y desmerece totalmente el marco de la carrera. Creo que estas competiciones, con ciudades cargadas de historia, belleza y arte serían un reclamo estupendo para el turismo y promoción de las ciudades, y la ocasión de disfrutar de un día maravilloso y completo para todos corredores, curiosos y sus familias. Al final siempre nos salvan las mismas cosas, nuestras aficiones, la amistad y una buena mesa.

Saludos

Santi Palillo dijo...

Esto del correr social debe ser contagioso, otros cuatro hicimos algo parecido en Almansa, la única diferencia (abismal) que aprecio es en la organización y el público, lo de Almansa es la leche, siento que en Ávila no haya sido igual.