lunes, 22 de diciembre de 2008

V Carrera de Navidad de Cercedilla.

ana y carlos corriendo sobre nieveFoto gentileza de Ana, (a mi lado), y hecha por Fara. Mi excelente compañía de ayer.

A las ocho de la mañana el termómetro de la Plaza del Descubrimiento, en Avila, marcaba cinco grados bajo cero. El mismo termómetro a las tres de la tarde arrojaba diecisiete grados positivos. Veintidós grados y siete horas después, llego de nuevo a casa tras mi primera, (espero que de muchas), participaciones en una magnífica carrera: La Carrera de Navidad de Cercedilla, que este año celebraba su quinta edición.

Doce compañeros del Club de Atletismo Ecosport llegamos a Cercedilla sobre las nueve de la mañana. El día era soleado y brillante. Precioso. Durante el viaja la temperatura ya había subido bastante, y auguraba un día perfecto para correr por un circuito, en mi opinión también perfecto, que aunaba una pizca de asfalto, caminos embarrados, pedregales, robledales, pinares, dehesas en las que apaciblemente pastaba ganado, praderas, algún tramo deslizante por el hielo y nieve, un par de cruces de frescos arroyos... La organización decidió a última hora recortar unos quinientos metros que resultaban peligrosos por el hielo, (¡madre mía cómo estarían visto lo que dejaron!), por lo que la distancia aproximada fue de algo más de once kilómetros.Todo ello en un perfil, según sus organizadores, más duro que el de un cross pero menos que una carrera de montaña al uso. Ideal tanto para debutantes como para expertos en esto del triscar por el monte y que sólo quieran disfrutar. ¿Y la organización?. Pues también perfecta, y no soy generoso, es que realmente TODO ha estado perfectamente controlado, señalizado, amenizado... La recogida de dorsales y chips prácticamente instantánea, el recorrido marcado cada pocos metros, y con muchos voluntarios avisando de las placas de hielo, cruces..., un avituallamiento de agua y fruta a media carrera, ánimos constantes, carreras de chupetines por el pueblo... Una organización modélica.

En lo personal lo tenía muy claro: era día de disfrutar y no sufrir lo más mínimo, y a eso ayudó que al saludar a Mayayo y Dallas esta dijera que también corría pero que tenía sus dudas sobre si podría acabar. Y como a mí me hace falta poca excusa para ir, (aún más), lento, enseguida me ofrecía a acompañarla a su ritmo. En la salida se nos une una encantadora amiga suya, Fara, así que con tan espléndida compañía, un recorrido ideal, buena temperatura y un sol radiante nada podía salir mal.

La carrera este año discurría durante un par de kilómetros por asfalto, ganando altura sin salir del pueblo, pero al poco se interna en caminos que después de los recientes temporales tienen aún nieve y algo de hielo.

Ana es la que marca el ritmo. Trotamos suavemente y a veces, cuando las cosas se ponen difíciles, andamos unos metros. Yo voy muy tranquilo, lo que me da la oportunidad de gozar de paisajes de postal y de disfrutar cada paso. Lo variado del recorrido hace que pasemos de una cuesta abajo con placas de hielo a tener que cruzar un riachuelo. El estrecho puente está petado de corredores que pasan de uno en uno, pero yo aprovecho para darles un lavado a mis Asics Trabuco cruzando por el agua. Tendría ocasión de hacerlo un par de veces más. Más tarde viene una cuesta arriba importante. Si antes hemos cruzado un joven robledal, ahora el bosque es un denso pinar entre cuyas raíces se entrecruzan varios senderos apenas insinuados y donde más que correr, trepamos. Después de aquella loma el bosque se abre y cae una pradera, aún nevada, blanca y refulgente al sol, donde los más atrevidos se dejan caer sin control aún a riesgo de algún resbalón o de pisar algún hueco oculto por la nieve. Mientras, el ganado mira con sus vacuos ojos, sorprendidos por esos seres ruidosos torpes y desmañados que rompen su apacible rutina. Hay caminos, senderos, barro, charcos en los que te hundes hasta el tobillo... Todo un cúmulo de imágenes y sensaciones diferentes a cada paso que hicieron que maldijera la hora en que no me llevé la cámara de fotos... Sólo al final hay una tremenda cuesta de unos trescientos metros en la seguro que pocos pudieron correr y donde la organización puso sus tradicionales carteles de ánimo.

La carrera se me hace muy corta, casi sin darnos cuenta llegamos de nuevo al pueblo, y a pesar de entrar en las últimas posiciones todavía hay mucha gente animando en meta. Recogida de bolsa del corredor y avituallamiento vario, más que suficientes ambos, (aunque no llegamos a los polvorones y el vinito dulce, gracias a los buitres varios que por allí sobrevolaron antes que nosotros). Me despido de mis encantadoras acompañantes, que han corrido como unas campeonas, y de Mayayo y Wild, que andan ya ilusionados con la excitante temporada que les espera. Cañitas varias con los compis de club para terminar y lo dicho: un día redondo que cumplió con creces las expectativas.

9 comentarios:

anita (la gurisa) dijo...

que linda cronica Carlos!

y esa foto... con esa nieve!

te dejo un beso por estas navidades que ya casi lelgaron y ni me di cuenta... como pasó el año! fiuummmm

Anónimo dijo...

Que buena pinta Carlos, felicidades.

Darth

mayayo dijo...

si señor, carlos.
un día encantador y un placer tener a todos los eco-esporas por aqui pululando. eso si, el mejor acompañado en carrera, el Sr. Gebrelayos, sin duda :-)
Ahora, a ver que sorpresas nos trae a todos la temporada 2009 de corremontes. De momento, ayer ya te corriste algunos de los km que componen el mismísimo MAM :-D

Rafa González dijo...

Buff...Al ver la foto me quedo helado..Enhorabuena por la carrera!!!

Carlos dijo...

Anita, gracias guapa. No me extraña que el año se te haya pasado volando con la intensidad con la que lo has vivido. Un beso.

Darth, TIENES que hacerla. Es una gozada de carrera.

Mayayo, mil gracias por los ánimos. Y sí, seguro que fui el mejor acompañado de toda la carrera. Me apunto lo de las Ecosporas, jajaja...

Rafa, gracias, la verdad es que hizo un día estupendo a pesar de que hubo zonas heladas.

Gracias a tod@s. ;-)

Amig@mi@ dijo...

Pude entrar... y me encontré la nieve.Uff, como me gusta!!
No tenias las canillas congeladas?
Qué carrera tan genial de veras...que paisajes tan bonitos. No sé como no te parabas a disfrutarlos...
jeje
Un besazo

Carlos dijo...

Wild, como dice Sergio: ya he corrido el principio del MAM... Es el gran objetivo del año que viene. Muchas gracias.

Montse, ¿llamas canillas a ese par de columnas dóricas con que la naturaleza tuvo a bien dotarme?. Además, acostumbradas como están a las inclemencias climáticas abulenses, no se van a arredrar por que las luzca con unos pocos grados sobre cero. Un beso friolerilla sureña.

Jose Ignacio Hita Barraza dijo...

La verdad es que esta carrera tiene muy buena pinta, y tiene que ser bastante agradecida de correr, pero joder, menudo frío, ¡con lo poco que a mí me gusta! A ver si el año que viene no coincide con Aranjuez y nos vemos por allí.

Por cierto, te he visto en este vídeo muy bien acompañado :)

Anónimo dijo...

Dos años que me pierdo tan apetitosa carrera (no lo digo por tus canillas). Además el día fue de lujo, con una luz madrileña de libro (es lo mejor de Madrid).

Se nota que disfrutaste en tan buena compañía (no sabes tú ná...).