miércoles, 27 de febrero de 2008

Rodaje bajo la lluvia




 

Son las seis de la tarde. Lleva un par de horas lloviendo intermitentemente y no parece que vaya a dejar de hacerlo en las siguientes. No obstante miro insistentemente hacia el cielo con la esperanza de que sea así, que la lluvia dure al menos lo mismo que mi rodaje que está a punto de empezar.

Tengo una relación algo peculiar con la lluvia. Casi podría calificarla de esquizofrénica. Me molesta muchísimo en mi vida habitual, en esa parte de mi vida en la que voy al trabajo, de compras al supermercado o a buscar a mi hijo al colegio. No soporto la sensación de mi cabeza mojada, el pelo húmedo, los zapatos que se empapan... Sin embargo corriendo es otra historia. Corriendo la lluvia me resulta refrescante y vivificante. Me estimula los sentidos: el frescor del agua en mi rostro, el sonido del golpeteo contra mi chubasquero, el olor a tierra mojada, el sabor de alguna gota que furtivamente se cuela en mi boca, arrastrando a veces el trazo salado de mi sudor, el color, maravillosamente saturado, que le da al campo: verdes intensos y vibrantes, frescos. Increíbles matices de gris en el cielo...

Esos días tengo prohibido terminantemente hacer otra cosa que un rodaje lento que me permita respirar tranquilamente, no sentir ninguna presión de tiempo ni plan predeterminado ni sentir otras sensaciones que las descritas. Esos días me siento bien. Relajado, vivo, feliz...

Nunca llevo música mientras corro. Me distrae de mis pensamientos, a los que dejo vagar libremente, pero con mucha frecuencia una melodía, un estribillo se cuela en mi mente y me acompaña durante toda la sesión. Hoy, mientras iniciaba mi rodaje, y viendo a la gente, corriendo desordenadamente en un intento de resguardarse de la lluvia, he recordado la primera estrofa de Mad World, de Gary Jules, (ignoro si es realmente suya o una versión), que me parecía de lo más apropiada para lo que veía. Transcribo:

All around me are familiar faces
Worn out places - worn out faces
Bright and early for their daily races
Going nowhere - going nowhere
Their tears are filling up their glasses
No expression - no expression
Hide my head I want to drown my sorrow
No tomorrow - no tomorrow

Más o menos algo así:

Todos los rostros a mi alrededor son familiares
Lugares gastados, rostros cansados
Brillantes y madrugando hacia sus carreras diarias
Yendo a ningún lado, yendo a ningún lado
Sus lágrimas corren bajo sus gafas
Sin expresión, sin expresión
Oculto mi cabeza, quiero ahogar mi dolor
Sin futuro, sin futuro

Ved y escuchad esta maravilla:

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta esa canción Carlos. Como casi todo el mundo la descubrí en el anuncio de Xbox y en un principio pensé que el cantante era el de REM.
Un saludo.

Carlos dijo...

Jajajaja... Sí, yo también lo descubrí así... Voy a modificar la entrada pues he encontrado el enlace a ese otro vídeo.

Un saludo Dany. ;-)

Syl dijo...

Ya había visto este video y canción...espectaculares, sin duda.

Tengo exactamente la misma sensación que tú con la lluvia...la detesto únicamente mientras no corro.

Besitos.

Anónimo dijo...

A mí me pasa algo bastante común, y es que los días de lluvia me ponen melancólico, especialmente si estoy en casa y miro por la ventana (ya, ya lo sé, es algo demasiado convencional, pero no puedo ser "rarito" en todo), y también, curiosamente, si llueve en verano: entonces me embarga la saudade (que tiene un componente de belleza nada despreciable).

Corriendo es un orgasmo chorreante, así de claro.

(la canción y el vídeo, de 10).