sábado, 28 de noviembre de 2009

Tapitas a la cazuela.

Por si alguno os queréis pasar este fin de semana por Avila os dejo la reseña emitida hoy mismo por Televisión Castilla y León de Avila acerca de la propuesta que la Asociación Abulense de Empresarios de Hostelería, con la colaboración del Ayuntamiento de Avila, propone para el fin de semana del 26 al 29 de noviembre de 2009: la II Edición de Tapitas a la Cazuela, en la que muchos establecimientos hosteleros de Avila ofrecen tapas con "sustancia".
En este enlace podéis descargar el .pdf informativo. Siento no haber avisado antes, pero si apuráis, aún estáis a tiempo, la primera ronda la pago yo, jejeje…

Las manos que rehogan el bacon y las migas son las de mi esposa, y la chica rubia, su jefa, del Restaurante La Posada de la Fruta, (vaya un poco de propaganda gratuita), y por ahí podéis empezar a entender el porqué de mis problemas con el peso. ¡Esas migas con chorizo, mmm...!

viernes, 27 de noviembre de 2009

Cross Ciudad de Avila. II Memorial José Soriano.

Cartel_Cross_Ciudad_de_Avila

El próximo diecisiete de enero, a las doce de la mañana, en el parque de El Soto, en Avila, se celebra el Cross Ciudad de Avila – Caja de Avila, II Memorial José Soriano, del que podéis ver toda la información en el enlace que pego y cuyas inscripciones están abiertas hasta el doce de enero, (aunque a partir del veintiuno de diciembre son algo más caras). En los siguientes enlaces podéis ver el Reglamento, descargar en .pdf el Formulario de Inscripción o hacer esta On-Line además de acceder a información de patrocinadores, premios…

Está mal que yo lo diga, tratándose de mi club: Club de Atletismo Ecosport, pero os garantizo una organización perfecta que cuida al máximo los detalles hacia el corredor hasta el punto de invitarle a un cafelito caliente antes de la salida, que se presupone fresquita en esas fechas. De hecho el año pasado el clima colaboró lo suyo, pues aunque nos deparó un día radiante, había nevado unos días atrás y el parque de El Soto estaba espectacular. Eso sí, si mi memoria no me falla, al amanecer había ocho grados bajo cero...

Foto tomada de este álbum Picasa que publicó el club.

El límite de inscripciones se fija en quinientos corredores, y es fácil que se acaben… Y si queréis disfrutar de la ciudad, el club ha acordado menús y alojamiento a precios especiales y si hace falta, yo pago unas cañas… ¿Excusas para no venir?

En este enlace podéis leer mi crónica del año pasado.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Tampoco era tan mala La Maliciosa…

maliciosa 21-11-09 003 De izquierda a derecha: Pedro, Noelia, yo y Alakan en el alto de La Maliciosa.

-Te lo juro Pedro: si yo pudiera hacer esto dos o tres veces por semana, no volvía a correr.

Ni maratones, ni tiempos, ni marcas, ni ultras, ni leches. Lo que le decía ayer a Pedro, Jordan en el foro, es radicalmente cierto: si yo pudiera darme el placer de poder hacer salidas como la de ayer unas cuantas veces por semana, no volvía a correr nunca. ¿Para qué?. Ayer disfruté de un estupendo día en compañía del propio Pedro, Alakan y Noelia, (a estos dos últimos no los conocía previamente).

Hoy no puedo documentar con fotos la salida, pues apenas hice. Tampoco os puedo ofrecer el track de la ruta que seguimos, novedad que quería incorporar al blog, ya que mi recién comprado GPS no cogió satélites durante buena parte del recorrido… No obstante la idea era seguir más o menos la primera etapa del Gran Trail de Peñalara, e ir haciéndonos una idea de lo que nos esperaría ese día, si es que no entramos en razón. El track del recorido del trail sí lo podéis descargar de su web oficial desde este enlace.

Hay que matizar que Alakan es un romántico de la montaña, un integrista de lo auténtico, y con él no va eso de subir a la montaña por pista, por lo que prácticamente todo el recorrido lo hicimos por senderos cercanos al oficial, aunque los tramos fundamentales, aquellos donde no hay pista y realmente los que necesitamos conocer, los calcamos, y con las precisas y constantes referencias de Alakan, nos pudimos hacer buena idea de lo que nos espera ese día.

Salimos del Restaurante la Fonda Real, en los alrededores de Navacerrada a eso de las diez de la mañana, con algo de viento y fresco. El cielo amenazó lluvia y niebla durante todo el día, aunque afortunadamente nos libramos de ambos. Con buen ánimo encaramos en dirección al embalse del Puerto de Navacerrada, por cuyo estrecho muro cruzamos andando, al menos los valientes imprudentes, para dar a un precioso sendero que atraviesa un denso pinar. Al poco llegamos a la Fuente de la Campanilla, así llamada por encerrar en una pequeña hornacina una pequeña campana metálica, donde hacemos un breve descanso sin percatarnos de un montañero que en los últimos metros nos ha recortado un buen trecho: Mayayo, casi recién llegado del Maratón Alpino de Jarapalos justo hace una semana y que se ha venido a “soltar” músculos con algo suavecito, (para él), como subir a La Maliciosa trotando por sitios y pendientes donde algunos casi echamos las manos. Un crack, y al igual que Alakan,una fuente de sabiduría montañera que no desaprovechamos los kilómetros que compartimos juntos.

Los cinco encaramos el Valle de la Barranca, por el que discurre el Arroyo de la Maliciosa, en dirección al Collado del Piornal, primer paso del día por encima de los dos mil metros. Al abandonar la protección de la vegetación y haber ganado ya bastante altura, el frío se empieza a hacer notar, e incluso este caluroso abulense, que hasta ahora llevaba tan sólo una camiseta tiene que abrigarse. El terreno aquí ya es bastante duro, y Mayayo, que iba vestido para un ritmo más heavy, nos abandona a buen paso. Nosotros nos quedamos por detrás, jadeando por el esfuerzo. En el Collado de Piornal el terreno se suaviza algo, y la última subida al alto de La Maliciosa es más suave que lo que ya hemos hecho, aunque más pedregosa. Es aquí, donde nos volvemos a cruzar con Mayayo, que baja como un rayo brincando sobre las piedras por donde algunos casi no nos atreveríamos a andar.

Como ya nos había advertido Alakan, el alto de La Maliciosa está atestado de gente y casi hay que pedir vez para hacerse una foto junto al punto geodésico que marca los dos mil veintinueve metros de altura de La Maliciosa. Las vistas desde allí, incluso con la intermitente aparición de nubes es espectacular. Vemos las vistosas antenas pintadas de blanco y rojo del Alto de Las Guarramillas, (o de La Bola del Mundo), aparecer fantasmagóricamente entre ellas, para ocultarse de nuevo al poco. Hacia la derecha, Cuerda Larga: el Cerro de Valdemartín, Cabezas de Hierro... Escenario hace ya unos meses del MAM, la carrera más dura que he corrido nunca, pero que palidece ante el reto del Gran Trail de Peñalara. Recuerdos de dudas, de retos de dudoso vencimiento, de inmensa alegría al superarlos... Pero cuando la perspectiva y las nubes lo permiten, intento encontrar, aún más allá la cumbre de Peñalara, testigo también del paso del MAM, pero que hoy tiene para mi un significado añadido: mi hijo ha salido de excursión con el colegio, con el grupo de montañeros, y a estas horas estará camino de las Cinco Lagunas, al pie del gigante. Casi todas las salidas montañeras que he hecho han sido con él, y le echo de menos. Hacia el sureste de la cumbre de La Maliciosa la caída es casi vertical, y al noreste, entre retazo y retazo nuboso, Alakan nos va enseñando los distintos pasos de la ruta del trail, en direción al Collado de los Pastores, y más allá, Canto Cochino, fin de la primera etapa del trail. 

Por de pronto, nosotros bajamos hacia el Collado de las Vacas por un sendero a veces poco marcado, muy irregular y pendiente. Difícil de bajar, pero intuimos que durísimo de subir. Es aquí donde vemos unos espectaculares buitres volando sobre nuestras cabezas, aprovechando las térmicas que se producen debido a lo escarpado de la cara sur de La Maliciosa. Al cruzar el collado, Alakan nos enseña uno de sus parajes preferidos, La Maliciosa Baja, un paraje agreste, casi salvaje, donde confiesa que tiene la intención de dormir  algún día. Allí paramos para comer y descansar unos minutos y para trastear algo entre sus roquedos. A partir de ahí, y una vez que recuperamos el cordal de la Sierra de los Porrones el descenso es constante y tendido. De nuevo aparece la vegetación, en forma de frondoso pinar que en tramos de repoblación, con sus artificiales líneas regulares, salpicado de jaras, arizónicas, multitud de otros arbustos que no identifico y setas, muchas setas.

Entramos en La Pedriza, dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un hermosísimo y laberíntico paraje granítico donde Alakan nos advierte del peligro de perderse. Una última parada, en un merendero que recordaba un decorado de película, rodeado de piedras surgidas cuando los dinosaurios dominaban la tierra, y que no acabo de situar en el mapa, y media hora más tarde, al coche de Alakan, que nos devolvió al resto al principio de la ruta.

Ha sido un día pleno. He conocido parajes de ensueño. Los he compartido con Pedro, un buen amigo. He conocido a Alakan y a Noelia, dos personas que merecen la pena, y con las que espero compartir otras muchas salidas. He intuido el comienzo de la que puede ser la gran aventura del año que viene.

El único punto negro ha surgido hoy: durante los últimos kilómetros de ayer mi adductor molestó bastante, y hoy duele. Temo más a eso que a collados y cordales.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Dramateurs, (y 2).

Ya os hablé de ellos en esta entrada. Dramateurs es un grupo de profesores y alumnos de inglés la Escuela Oficial de Idiomas de Avila que pone en escena divertidísimas obras en las que mezcla humor, música, baile e inglés, resultando idóneas para representar en institutos, escuelas de idiomas, o cualquier institución que quiera fomentar el aprendizaje del idioma de Shakespeare de una forma divertida y por un módico precio destinado exclusivamente a compensar gastos. Si os queréis poner en contacto con ellos hacedlo a través de su web, (no siempre funciona debido a que está alojada en un servidor doméstico), o enviadme un correo a mí.

Para que os hagáis una idea de su trabajo os pego un par de escenas de su última representación, Cinematters, en concreto las parodias de la arenga de William Wallace en Braveheart y la entrevista de Regan y el Padre Karras de El Exorcista. Disfutadlas:

 

miércoles, 18 de noviembre de 2009

De nuevo, el vértigo de sentirse vivo…

GetImage.asp Cercedilla. Mañana del veintiuno de junio. Minutos previos a la salida del MAM. Mi pulso está acelerado. No suele ser así en las salidas de otras carreras, de hecho creo saber mantener mis emociones bajo control mejor que la mayoría, pero hoy siento el rítmico golpeteo de mi corazón bajo el pecho. He pasado el control de chips y poco hay que hacer hasta la salida, que se retrasará unos minutos más de lo previsto. Son minutos largos en los que el reloj parece no avanzar, en los que  sea cual sea el incierto resultado de la apuesta que has formulado lo que deseas es que los dados empiecen a rodar. He saludado a mis amigos: a los Ultraoxígeno, expertos en estas lides y a los que no veré en toda la carrera, a Zerolito, principal inductor de que yo esté ahí en ese momento, a Aspen, un tipo calmado que ha tenido que comprar en la feria del corredor el último material para la carrera, a Guille, un buen tipo con el que espero compartir alguna correría... Pero ahora necesito unos segundos para mí. Es el momento de la reflexión, de organizar ideas, de darle el último pulido a la estrategia a seguir, de intentar tranquilizar ese golpeteo en el pecho... Cierro los ojos un par de segundos y pienso...

Llevo desde febrero viviendo de las rentas de la preparación para el Maratón de Sevilla, al que una enfermedad de mi esposa me impidió ir. Mi estado de forma dista mucho de ese pico y no es el óptimo para enfrentarme al MAM. Apenas tengo experiencia en carreras de montaña, y aún así las que he hecho distan muchísimo de esta que denomina supervivientes a quienes la acaban en las nueve horas del cierre. Conozco corredores de montaña de mucho más nivel que yo que aún no se han atrevido a dar el paso de estar hoy aquí, lo que me hace pensar en un exceso de atrevimiento por mi parte. Aunque conozco el recorrido no olvido que el primer entrenamiento "in situ" sobre veintiséis kilómetros de los cuarenta y cuatro totales de hoy, casi acaba conmigo, convirtiéndose de largo en la más dura experiencia deportiva que había tenido hasta entonces. Recuerdo las palabras de Mayayo, una de las personas que más y mejores consejos nos ofreció a Zerolito y a mí, mostrándome sutilmente una salida digna y sensata para esta mañana: el abandono en el segundo paso por Cotos, disfrutando del día y dejando la supervivencia para el año siguiente. Recuerdo también las de Yoku en el foro: el MAM es completamente distinto y sobre todo más duro que cualquier cosa que hayáis corrido hasta ahora. Recuerdo con una cierta ira, debidamente vengada nueve horas después, los sarcásticos y falsos "apoyos" de algún que otro corredor, tan atrapado en su propia mediocridad que sólo los fracasos ajenos le reportan una pequeña alegría. Recuerdo la llamada telefónica a Zerolito, en la que confieso mis dudas y temores: un titubeo en su decisión de correr hoy me hubiera arrastrado a mí sin duda, pues solo no estaría aquí. Repaso una vez más el plan, ritmos, tiempos de paso... Se lo que tengo que hacer, sólo necesito fuerzas para hacerlo. Es de estas de las que dudo. Mi corazón sigue latiendo fuerte. Lleva haciéndolo semanas recordándome que posiblemente no soy tan fuerte, no tan duro..., pero me siento VIVO como no ha conseguido hacer sentirme ninguna carrera en años.

Ahora todas esas dudas, esos temores que podrían reproducirse en el MAM 2010 se desvanecen como los últimos girones de niebla ante un radiante sol de primavera. Ahora el MAM 2010 puede convertirse, en una nueva huída hacia adelante para un paquete vocacional como yo, en un entrenamiento largo para la nueva bestia del atletismo montañero de la zona centro: el Gran Trail de Peñalara.

Sus números asustan: unos ciento diez kilómetros triscando por la Sierra de Madrid, buena parte de ellos por encima de los dos mil metros de altura, con una máxima de los dos mil cuatrocientos treinta que acredita Peñalara, cumbre tope de la Comunidad. Habrá pista forestal, camino, sendero, trochas, tramos de campo a través..., y piedra, muchísima piedra. Más de diez mil metros de desnivel acumulado, (esto me aterra aún más que la distancia total ya que, como referencia, el MAM, auto considerado como "posiblemente el maratón más duro del mundo", y hasta ahora la prueba más dura a la que me he enfrentado, acredita "sólo" cinco mil trescientos en sus cuarenta y cuatro kilómetros). Treinta horas para vencer el reto, lo que en mi nivel supone pasar una noche entera intentando no perder el rumbo, con el agravante de que ese día la luna estará en cuarto menguante.

Más datos. Aunque la organización dispondrá de varios puntos de avituallamientos, obliga a llevar un un mínimo de un litro de líquido y al menos quinientas calorías de alimento. Además un equipo mínimo compuesto de manta de supervivencia, silbato, chubasquero o cortavientos con capucha, venda, frontal con pilas de repuesto y gorra o buff y todo aquel otro que las circunstancias del día pudieran hacer necesario a juicio de la organización. Un mínimo de sentido común, que debería ser aportado por el propio corredor, aconsejaría llevar móvil, un gps con los tracks, (publicados en la propia web), algo de ropa de abrigo, un botiquín básico para solventar ampollas o pequeños cortes o rozaduras debidos a caídas, crema solar y en mi opinión, al menos tratándose de corredores que apuraríamos muchísimo el cierre de control, algo más de alimento y líquido. En mi caso no faltarán tampoco los bastones que tan buen resultado me dieron en el MAM.

Aunque algunas secciones de la página aún están en construcción, os recomiendo que la visitéis, pues está muy trabajada y aporta muchísima información.

Y de nuevo vienen las dudas y los miedos. De nuevo me enfrento al vértigo que supone un reto de incierto desenlace. Aquí no valen las rentas de un maratón de primavera, ni se perdonará dilapidar las fuerzas en carreras menores. De aquí a entonces sólo debería haber un único objetivo: el Gran Trail de Peñalara, y aún así, lo único que se seguro es que de nuevo todo será aún más duro y peor de aquello que he conocido antes.

Mi participación pasa por empezar a entrenar desde ya y no recaer en la puñetera lesión que me tiene apartado desde hace meses. Las salidas largas por montaña, (cuanto más largas mejor, lo que implica andar casi todo el tiempo), y a ser posible por el propio recorrido, tienen que cobrar mucho más protagonismo y serán la base de la preparación. Entre semana mucha cuesta y camino y poco o nada de asfalto. Una preparación al uso creo que no aportará mucho y apenas haré carreras de aquí a entonces, (y las que haga no será compitiéndolas). Y si todo se conjuga, el tres de julio, en Navacerrada recordaré esas mismas dudas, esos temores del principio, de nuevo será el recorrido el que muestre mi verdadera medida, empujando mi límites aún más allá de lo que los suponía o quebrándolos por exceso de autocomplacencia…

Pero en cualquier caso esa duda, ese miedo, de nuevo me harán sentir VIVO.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Castro de Ulaca.

Hoy hacía frío en Avila. El temporal que azotaba media España también se dejó notar aquí en forma de temperaturas bajas y un fuerte viento. Por otro lado mi hija no podía acompañarnos en nuestra salida montañera de la semana, así que Carlos y yo decidimos hacer algo “ligero”, por lo que hemos recorrido el Castro Vetton de Ulaca, en Villaviciosa, pueblo anejo de Solosancho, a veinte kiómetros de Avila por la Nacional 502. Aquí el mapa de acceso desde Madrid, y en este otro enlace el mapa de la zona en .pdf.

Ulaca es uno de los principales castros Vettones y se encuentra enclavado en un estratégico cerro desde cuya altura se domina visualmente casi todo el Valle Amblés hacia el norte, este y oeste, y con la Sierra de la Paramera y el alto del Pico Zapatero, detrás. Os recomiendo que leáis este enlace de la web Celtiberia.net, con una completa descripción del castro para ampliar información.

El recorrido es relativamente corto, (entre dos y dos horas y media a paso tranquilo, aunque se presta a demoras por las paradas en los puntos informativos), y no encontraremos agua. No tiene ninguna dificultad especial salvo la cuesta del inicio, que no es excesivamente larga, aunque eso sí, subiremos casi hasta los mil quinientos metros y hay zonas de sendero con piedra suelta.

Como además de frío y ventoso, el día amenazaba lluvia, (es decir un día pestoso para fotografía de paisaje por las condiciones de iluminación y las molestias del viento, y peligroso para el equipo), no cargué con mi Oympus E-510, sino con la sufrida compacta que llevo a las carreras, así que mil perdones por la pésima calidad de las fotos de hoy…

Villaviciosa es un pequeño pueblo de poco más de cien habitantes. Dejamos el coche sobre las nueve y media de la mañana justo al lado del Hotel Sancho de Estrada, (actualmente en obras, pero lugar más que recomendable para pasar un romántico fin de semana).

ulaca 08-11-09 001Verraco, (típica escultura zoomorfa vetona), a la entrada del hotel.

Justo enfrente del hotel, cruzando la carretera que lleva al pueblo, existe un aula arqueológica donde teóricamente se ofrecía información, pero actualmente aparece abandonada. Esa carretera muere en Villaviciosa y se convierte en un camino que es el que debemos encarar.

ulaca 08-11-09 002Al cabo de apenas quinientos metros veremos a la izquierda una puerta de acceso con un cartel informativo: es el inicio de la subida al castro.

ulaca 08-11-09 004El acceso es libre y no hay ningún horario de visitas establecido. Esta primera parte, hasta llegar al castro, está indicada con hitos manufacturados y pintados de amarillo, por lo que es casi imposible perderse.

ulaca 08-11-09 005 Siguiéndolos unos cientos de metros llegaremos al primero de los paneles informativos que componen el recorrido “estándar”, situado en un pequeño prado.

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Unos metros más adelante, después de salvar un último tramo de subida en el que se ha construido una escalera de acceso, entramos en el castro propiamente dicho  por su puerta oeste.

ulaca 08-11-09 008 ulaca 08-11-09 009 A partir de ahora simplemente tendremos que seguir el recorrido sugerido por los paneles, que nos ofrecerán una ruta completa por el castro y mucha información interesante acerca del origen del castro, forma de vida, historia...

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Unos metros más arriba de esta primera zona amurallada encontramos una segunda línea defensiva.

ulaca 08-11-09 012 Una de los puntos más interesantes durante la vista es sin duda el “Altar de los Sacrificios”, nombre con el que se conoce la roca tallada de las fotos de abajo, aunque tal nombre quizá no concuerde con la verdadera función del recinto del que forma parte. Leed este artículo publicado en el Diario de Avila en agosto de este año, acerca de su posible función como templo solar, aunque evidentemente de una u otra forma parece clara su función ceremonial.

ulaca 08-11-09 015Vista general del recinto ceremonial. 

ulaca 08-11-09 016Detalle del “Altar de los Sacrificios”. 

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Al fondo el Castillo de Manqueospese, en Mironcillo.

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Vista desde arriba del “altar”.

A pocos metros, siguiendo el recorrido, nos encontramos con otra construcción singular conocida como “La Sauna”, pues se la relaciona con ese uso como rito ceremonial para los guerreros vetones.

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De izquierda a derecha, puerta del horno, cámara y al fondo, la antecámara o zona de espera.

Siguiendo adelante encontramos unas reconstrucciones de viviendas y las canteras abandonadas, (si no fuera por el musgo daría la sensación de que fue ayer mismo), de donde se extraía la piedra para las construcciones.

ulaca 08-11-09 023 ulaca 08-11-09 024 ulaca 08-11-09 025

Una de las canteras abandonadas.

Estamos cerca de un collado donde se situaba el límite geográfico del castro, seguimos hacia él y giraremos hacia la izquierda, con unas vistas espectaculares de la cara norte de la Sierra de la Paramera, zona del Pico Zapatero, hoy ocultas por la niebla y con algo de nieve en cotas altas.

Trasteamos entre roquedos unos cientos de metros y seguimos el contorno de una muralla inacabada. Parece ser que el abandono del castro la pilló sin terminar.

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Toca bajar cota y volver por un sendero, apenas insinuado, paralelo a aquel por el que hemos subido para encontrarnos con las ruinas de lo que pudo ser un “Torreón de Ceremonias”, o al menos un edificio de una cierta importancia a juzgar por la factura de sus cimientos, (lo único que se puede apreciar actualmente), mucho más elaborada que el de el resto de construcciones. Esto, y el hecho de estar localizado casi en lo más alto del castro, hace pensar que pudo existir en ese punto una especie de acrópolis.

ulaca 08-11-09 028 Bajada desde la muralla sur.

ulaca 08-11-09 029 Restos del “Torreón de Ceremonias”.

Una última visita a un “barrio” del castro donde se puede apreciar la distribución de las viviendas y saldremos del castro a través de la puerta norte del mismo, donde podemos apreciar detalles como la muesca donde encajaban los goznes del portón.

ulaca 08-11-09 031 Zona donde debió existir un “barrio residencial”.

ulaca 08-11-09 036Según los paneles informativos, esta debió ser la puerta principal del castro por ser la de más fácil acceso.

ulaca 08-11-09 037Detalle de la puerta: muesca para el gozne del portón.

Desde aquí tenemos dos opciones: desandar hasta el punto anterior y girar a nuestra derecha, donde vemos el “Altar de los Sacrificios” a unos doscientos metros  y volver por la misma senda por la que subimos, o seguir por una divertida vereda que rodea el cerro por esta parte, marcada de nuevo con hitos pintados de amarillo, y que nos lleva al prado donde encontramos el primer panel informativo. Nosotros elegimos esta segunda opción, y en unas dos horas y media, a paso tranquilo y con paradas para hacer fotos y comer el bocata estábamos de vuelta en Villaviciosa. Una bonita mañana.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Es lo que hay…

Romper1

Línea roja: pulsaciones. Granate: altitud. Azul: ritmo. Eje horizontal: tiempo de ejercicio.

Hoy he probado. Casi cuatro meses después de la última vez que me calcé las zapatillas hoy he salido a ¿correr?. En la imagen veis los resultados: poco más de dos kilómetros y medio a seis minutos treinta segundos por kilómetro y unas pulsaciones medias de ciento sesenta y seis por minuto, (y eso con “trampa”, ya que en el último medio kilómetro acredito una media de, ojito, ¡¡¡ciento setenta y una y subiendo!!!).

Como comento en el propio ejercicio y en el título de la entrada: es lo que hay, y tampoco esperaba mucho más… Bueno sí. Al menos esperaba no tener molestias salvo las típicas de tantas semanas inactivo, pero no ha sido así: ya a los cien metros mi adductor izquierdo dio el primer pinchazo…, al cabo de unos minutos fue el derecho, y un poco más allá otra vez el derecho… Y mientras escribo, hora y media después, mi pubis me susurra quedo: “no deberías haberlo hecho Carlos, aún no”.

Aún habiendo dado ya por perdida lo que restaba de temporada, tenía esperanzas de poder acompañar a Lander en el Maratón de Valencia, en febrero, a Zerolito y otro buen puñado de amigos del foro en el MAM, en junio, a un par de descerebrados en la primera edición del Gran Trail de Peñalara, el primer fin de semana de julio, prueba cuya mera descripción, (más de cien kilómetros por la Sierra de Guadarrama, más de diez mil metros de desnivel acumulado, treinta horas para vencer ambas cifras), hizo resonar en mí ecos de épica ilusión. Pero todo se difumina.

Hay además otros asuntos, mucho más importantes que las ínfulas atléticas y los quijotescos desvaríos, (quijotescos por aquello de vivir de ilusiones nunca cumplidas), de este pobre paquete, poco andante y más Panza que Sancho, que requieren mi atención y me roban tiempo, sueño, ilusión y ganas.

Esto me lleva a la segunda parte de la entrada. En mi Google Reader hay a día de hoy ciento veintiocho entradas por leer, y me siento incapaz de ponerme al día cuando a duras penas mantengo este sitio. Algunos de vosotros sois sólo conocidos, otros, buenos amigos, pero en todos he visto algo cuando os he enlazado. No voy a pedir disculpas por no poder leeros, pues son las circunstancias las que obligan, pero sí os merecéis esta pequeña explicación, que realmente tampoco aclara nada salvo a los más allegados, (mis disculpas, ahora sí, al resto), del porqué hace tiempo que no os visito.

Poco que contar y menos ganas de hacerlo. Las salidas montañeras harán que esporádicamente publique alguna entrada, unas cuantas fotos y poco más.

Es lo que hay…