Ayer tocó hacer un ensayo de estrategia y ritmos de cara a la Challenge Nacional 24 horas del Club Ñ Ultrafondo para la que ya tengo dorsal: el número 80, otorgado previa petición ante el amable ofrecimiento que me dió la organización de elegir a mi gusto, (ventajas de conocer al director técnico). Evidentemente cualquier probatura iba a ser poco real, porque a una semana del Mapoma, con la musculatura aún algo tocada, y con sólo otra por delante para la Challenge no era cuestión de programar un test serio y tirarse varias horas corriandando, (término leído por mí por vez primera en el blog de Alfonso), pero sí lo estuve haciendo un par de ellas, lo que me permitió intuir algunas conclusiones.
Aprovechando que la prueba se celebra en un circuito de un kilómetro, mi idea, como ya expuse, era correr unos novecientos metros y andar cien. Así desde el principio, de cara a no acumular fatiga, y eso es lo que puse ayer en práctica. En un circuito de unos mil quinientos metros para simular también el efecto psicológico del paso repetitivo por los mismos puntos, aunque de tierra y hierba en lugar del asfalto y cemento prometidos por la organización, (que tampoco era cuestión de machacar las articulaciones); llano, pero blando y pesadísimo por el aguacero que cayó ayer tarde en Avila, me puse a dar vueltas controlando los pasos con el G3, el sensor GPS de mi Polar. La falta de costumbre hizo que los primeros parones para andar me pillaran casi de sorpresa y con la sensación de no acabar de calentar, sensación que no desapareció hasta los cinco o seis kilómetros. La tarde era idal para correr, fresca después de la lluvia, con el cielo cubierto y una temperatura de unos doce o catorce grados. Por momentos sopló una ligerísma y agradable brisa y llegaron a atisbarse algunas gotas sueltas, restos de las nubes recientemente vaciadas. En ningún momento sentí correr el sudor por mi frente, prueba de lo suave del ritmo, que fue de poco más de siete minutos por kilómetro incluyendo el tramo andando, y que se hubieran quedado en siete minutos justos sobre asfalto. La gráfica de pulso es una sucesión casi perfecta de pequeñas mesetas entre 145ppm y 150ppm, (puede parecer alto, pero mi corazón es algo acelerado, con pulsaciones máximas en prueba de esfuerzo de casi 200ppm), entre las que se intercalan valles de aproximadamente un minuto, (tiempo que me llevaba andar tranquilamente los cien metros), en las que esos valores bajaban a unas 120ppm o 125ppm. Así coleccioné ayer hasta quince de esas mesetas-valles, ya que el último kilómetro lo dediqué a satisfacer los deseos de mis piernas, deseosas aunque fuera por un breve tiempo de "correr de verdad", por lo que les dediqué varios cambios de ritmo. Total 16,3 kilómetros en 116 minutos. Test cumplido.
Conclusiones. No excesivas debido a la desproporción del test respecto a la prueba real, pero sí algunas. La primera que el ritmo que preveo es adecuado. Podré hacer más o menos kilómetros, pero con la mezcla de 6'+1' por kilómetro, una buena hidratación y avituallamiento sólido e intercalando los convenientes descansos, dudo que me falten fuerzas. Los problemas vendrán por otro lado. La segunda es que los músculos, paradójicamente, se cargan mucho al ir tan despacio. Es un problema menor, (el principal es encontrar un ritmo y eso lo tengo), pero habrá que ver cómo responden los gemelos a tantas horas de machaque contínuo. Hoy están cargados, (incluso con la amenaza de una pequeña contractura en el izquierdo), en parte por las secuelas del Mapoma, en parte por el terreno excesivamente blando de ayer, pero también por ir reteniéndose durante dos horas. El miércoles tengo una nueva cita con el fisio y entre eso y un par de baños calientes estoy seguro de presentarme en salida en perfecto estado de revista. Tercera. Intuyo el principal problema del domingo: el aburrimiento. Aún siendo un circuito de sólo un kilómetro en el que no me voy a encontrar solo en ningún momento, y aún habiendo prometido los Ñs. una buena animación en la zona de salida-meta, karaoke incluído, la conjunción de ritmos bajos, casi cansinos, el paso repetitivo y machacón por los mismos puntos, y el paso de las horas, idénticas una a la otra, a la anterior y a la siguiente, pueden hacer que por encima de las molestias físicas o el síndrome del hámster que surgirá a partir de las quince o veinte vueltas, sea el aburrimiento el principal problema.
Los objetivos siguen siendo los que ya comenté y que no he visto motivo para variar: sesenta y siete kilómetros serán suficientes. Ochenta, satisfactorios. Ciento uno, un éxito.
Sólo quedan cinco días.
MIS 3 HERRAMIENTAS
Hace 1 día
6 comentarios:
Qué envidia...
Era la carrera que más ilusión me hacía en todo el año.
Mucha suerte y que disfrutéis como roedores...
A mí también es la que más me atrae. Te echaremos de menos Fran... Pero ahora concéntrate en tu recuperación, que ya habrá más carreras.
Un abrazo y gracias. ;-)
Lo tienes todo bordao, como siempre haces...voy a llamarte maestro también como hace el lander!!!!!!!!!!!
Me acordaré de ti el sábado y te enviaré mi dosis de suerte vía telepatía...espero la recibas!!!
Eso de los 900m corriendo y 100 andados, parece que lo hacen todo más fácil...Deseo de corazón que sea así para ti...
Buen entrene Carlitos y muchísima suerte (supongo que antes del sábado volveré a dártela...pa que la lleves duplicada).
Besitos.
Llévate un libro para el aburrimiento. Debe molar hacer una o dos vueltas caminando a media noche leyendo una novelilla. Coño... me acabo de dar una idea. Tengo recién empezadas un par de cosas (una de Doris Lessing y otra de Eduardo Mendoza).
Hum...
WILD, sería la leche que te pasaras por allí. Gracias por la recomendación. Más o menos así hice los dos 50K. Al final el ritmo es similar y creo que parando cada menos tiempo es más llevadero, pero ya veremos.
SYLVIE, cerraré los ojos aún a riesgo de darme un mamporro a ver si cojo esas buenas ondas de levante. Muuuaaak...
SPANJAARD, ¿no vale el Diez Minutos...?. Sí había pensado traicionar todos mis principios y llevarme el empizrí...
Muchas gracias people. ;-)
Yo me pierdo la Hamster's pero estoy convencido de que serás el mejor representante, chavalote. Es una prueba de resistencia psicológica tremenda, tu punto fuerte.
Yo me llevaría más cosas aparte del emepetres, no se... ¿el calendario pirelli? jajaja
Un abrazo y toda la suerte del mundo, mi capitán.
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