jueves, 10 de junio de 2010

Rascafría-Cotos por Claveles. La soledad.

Solo. Como el enamorado que besa una fotografía. Como el que busca, sin encontrarla, una mirada amiga en medio de la multitud. Soledad tantas veces dulce compañera, otras cruel e impuesta. El martes te busqué, y durante horas disfruté de ti. El martes caminamos juntos entre el amarillo de la retama en flor y el verde del pino. Bajo la sombra del roble y el inclemente sol de la montaña. Caminamos por prados, trepamos por piedra. Me serviste de apoyo cuando éste fallaba y de aliento cuando tuve que apretar el paso. Gozosa soledad, ayer…

Llevaba tiempo buscando la ¿ocasión?, ¿excusa?, para salir solo a la montaña. Ahorraos todo sermón y charla: tenéis razón, pero ayer la soledad fue mi compañera y no me arrepiento. Mi ruta, a priori, era sencilla, poco peligrosa, y elegida precisamente por el hecho de que no iba a tener, como otras veces, la compañía de mis amigos. Quería aprovechar también para conocer algún otro tramo del Gran Trail, y me decanté por el que discurre entre Rascafría y el alto de Peñalara, fácil técnicamente. Aunque como la estupidez humana no tiene límites, uno tiende a complicarse la existencia…

El camino comienza justo en la salida del pueblo, en las inmediaciones de su polideportivo, donde deberemos cruzar una puerta metálica, y no tiene pérdida: sus primeros kilómetros son de sendero que al poco se convierte en camino perfectamente practicable incluso por vehículos a motor. Está marcado como RV-4 y en todo momento perfectamente señalizado con los correspondientes postes informativos.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0001 Inicio del camino. Aquel picacho del fondo es Peñalara. Allá vamos…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0003 Monasterio de Santa María del Paular, en las inmediaciones de Rascafría.

Después de aproximadamente un kilómetro de prados y pastos entramos en un sendero que discurre a la sombra de un tupido y joven robledal. El fuerte calor de la salida se convierte aquí en una agradable temperatura que hace disfrutar profundamente de un bosque casi mágico…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0004Por el robledal.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0005La vegetación aún es exuberante en estas fechas.

Poco a poco dejamos la zona de robledal y ganamos altura rápidamente, de una manera suave pero constante. Entramos en el reino del pinar, más adusto, más cálido.

Mi corazón late acompasadamente, con pulsaciones profundas que resuenan en mis sienes y se mezclan con el canto de los pájaros. Apenas hace viento, pero el calor de los mil doscientos metros de Rascafría se ha atemperado mucho, pues rozo la cota mil seiscientos. Avanzo a buen paso por el fácil y regular piso de tierra durante más de una hora, salvando altura gracias a una sucesión de zetas que parece no tener fin.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0007 Ejemplo de poste indicativo del recorrido.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0009 Camino fácil y cómodo.

Hacia la cota mil setecientos la vegetación de gran porte comienza a ralear. Las retamas, en una explosión de color verde-amarillo, comienzan a aparecer y poco a poco se adueñan de un paisaje que por momentos se hace más agreste. El camino se convierte en senda.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0010 Peñalara. Aún muy lejos…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0011El camino que llevábamos se va difuminando.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0016Ejemplo de fauna invasiva. Se me olvidaron las gafas de montaña y afeitarme por la mañana.

La pendiente se suaviza mucho en esta zona, ya claramente alpina, a unos mil novecientos metros. La temperatura ha bajado ostensiblemente y comienza a soplar algo de viento del norte, a duras penas contenido por la sierra a cuyas más altas cotas me encaramo. En unas dos horas de andadura llego al monolito que marca el Puerto del Reventón, donde abandonamos el RV-4, que supongo continúa hasta La Granja siguiendo los pasos que antaño llevaron a los pastores de la zona de una a otra parte de la Sierra de Guadarrama.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0018Monolito en el Puerto del Reventón. Último poste del RV-4. Una pluma que no sé qué hacía allí y de frente, el sendero que debemos seguir.

Aquí nuestro camino se desvía hacia el suroeste en un brusco giro de noventa grados, en dirección al alto que veis en la foto y del que desconozco el nombre. Pero antes “pierdo” unos minutos extasiado ante la magnificencia del paisaje de una Castilla cubierta por las nubes mientras a mi alrededor brilla con fuerza el sol.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0020 Espectacular mar de nubes al que la foto no hace justicia.

Comienza la parte verdaderamente montañera del recorrido. Aunque la dirección está clara, pues vemos en todo momento nuestro destino, el sendero por momentos apenas se insinúa entre piornos y retamas. Hay algún hito, pero la mejor ayuda es mirar al frente e intentar distinguir, hacia donde nuestra intuición nos dice que debiera estar, una línea algo más clara entre el verde de la vegetación y el gris de la piedra. Pasaremos así cresteando por una serie de altos que nos llevarán hasta el Puerto de los Neveros, siempre por encima de los dos mil metros y con vistas espectaculares de la cara norte de las cumbres que componen Cuerda Larga.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0022 Rascafría, al fondo del valle.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0025 En la cresta el viento modela la forma de los árboles.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0024 Claveles y Peñalara desde aquí componen la inquietante silueta de un hombre tendido…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0028 Indicador del Puerto de los Neveros desde el norte.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0029 El mismo indicador desde el sur.

Mi destino está engañosamente cerca puesto que aún quedan unos tres kilómetros para Claveles y casi cuatro para Peñalara, pero sus imponentes moles les hacen parecer casi al alcance de la mano.

Por momentos me imagino siguiendo los pasos de alguno de los bravos Arévacos que por aquí habitaron hace más de dos mil años y para los cuales Peñalara era montaña sagrada. No me toparé hoy con alguno de los osos que antaño poblaron la zona y de los que sólo queda el recuerdo en el Escudo de Madrid, pero el paisaje que a él le impresionara entonces no diferirá mucho del que yo disfruto hoy.

Como dije antes, he escogido este recorrido debido a su escasa complicación. Hasta aquí tan sólo he tenido que salvar algún pequeño roquedo en la cima de los altos entre el Puerto del Reventón y el lugar en que me encuentro, y en mis planes no entra transitar el peligroso paso del Risco de los Claveles. Sé que hay un sendero que lo bordea por su cara oeste, por el que discurrirá, con buen criterio pues a los últimos les alcanzará la noche en esta zona, el GTP y estoy decidido a tomarlo… Pero no lo encuentro, o quizá debería decir que no lo busqué en exceso. Lo cierto es que al acercarme veo algún montañero transitando por esas rocas por las que yo solamente lo hice una vez, en sentido contrario…, y no me resisto a seguirlos. Y en un arrebato irracional me acerco a los ciclópeos bloques graníticos y alzo mis manos para encaramarme a ellos...

rascafria_cotos 08-06-10 - 0030 La Laguna de los Pájaros desde el inicio de la subida a Claveles.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0031 Y eso es lo que queda. Hacia allá voy…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0033En el pequeño collado entre las dos crestas. Fijaos en la gente de arriba para tomar conciencia de tamaño.

La temida niebla, que lleva tiempo amenazando con cubrir la cresta y hacerla mucho más peligrosa debido a la humedad que haría las piedras resbaladizas, cubre por momentos las partes más altas.

rascafria_cotos 08-06-10 - 0035Sí.  La cresta es así de estrecha…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0036El Dios de las Piedras se entretuvo aquí…

No es prudente Carlos. Ir solo por aquí no lo es. El paso no es excesivamente complicado, pero no perdona despistes. Tiene varios puntos donde especialmente con mal tiempo un resbalón podría, y frecuentemente es, fatal. El Risco de Claveles tiene la tasa más alta de accidentes mortales de toda la sierra, casi todos, eso sí, cuando se encuentra cubierto de nieve y hielo. Poco a poco, con un cuidado extremo, voy sorteando obstáculos. La pendiente se convierte en negativa y los bloques se espacian. Tengo que sentarme en alguno de ellos para descolgarme con seguridad y en unos minutos ¡he pasado la cresta!. Me relajo muchísimo y tengo que reprimir un punto de euforia por la pequeña locura cometida, me siento bien. Soy consciente de que he cometido una imprudencia al cruzar solo este paso, pero como tantas otras veces, son estas pequeñas locuras las que me han hecho sentir vivo. Respiro hondo y feliz, y encaro con optimismo la última parada de mi viaje: Peñalara. Antes, un último vistazo atrás…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0037 El Risco de Claveles desde la cercanía de Peñalara.

Recordaba la plasticidad de esta imagen desde mi anterior visita y era una foto programada. Desde mi otero la cresta de Claveles se yergue altiva, orgullosa, retando a una cumbre sólo unos pocos metros más alta que así le roba protagonismo, pero que no puede competir con ella en belleza. Sólo queda llegar a Peñalara, a unos cientos de metros del lugar en que me encuentro, hacer una breve parada y volver sobre mis pasos, esquivando, esta vez sí, me prometo, el Risco de Claveles.

Es entonces cuando suena mi teléfono. El número de mi hijo, que a esas horas debería estar en el colegio. Más extrañado que preocupado, lo cojo y acierto a oír su voz antes de que la comunicación se corte. Otro intento, también infructuoso, una pérdida de cobertura de unos largos minutos… Decido apretar el paso en busca de una zona más despejada, ya cerca de Peñalara y vuelvo a llamar… “Papá, estoy malito”. Dita sea… No es nada serio, algo que le debió sentar mal por la noche. El niño se ha tenido que quedar en casa. Son sólo cuatro horas las que debe permanecer solo pero está atendido por una vecina que le hace un par de visitas y por su madre que lo llama por teléfono cada poco y su principal problema es cómo pasar una pantalla de un juego de la Play, motivo por el que realmente me llama. Haga lo que haga en ningún caso llegaré a casa antes que su hermana, pero decido recortar lo más posible la salida, y en vez de volver por el mismo sitio que a la ida, paro unos minutos en Peñalara a comer y beber y rápidamente me tiro Dos Hermanas abajo, en dirección Cotos para volver posteriormente a Rascafría por carretera, calculando unos ocho, a lo sumo diez kilómetros de asfalto donde podré trotar y en cualquier caso ahorrando, calculo, unas dos horas de ruta. Todo bien hasta que en Cotos veo el cartel: Rascafría a ¡¡¡dieciséis kilómetros!!!, coño, toca palizón…

rascafria_cotos 08-06-10 - 0038 En Peñalara. Bocata y trago de agua rapiditos. Allí siempre sopla el viento y hace frío…

Suerte que queda gente maja en el mundo y a la segunda vez que saqué el dedo (a la vez que ponía mi más lastimera cara de pena) una encantadora pareja a la que desde aquí vuelvo a dar las gracias, me subió a su coche y me acercó al mismo pueblo cuando su destino estaba varios kilómetros más atrás. Gracias, gracias, gracias…

Por cierto aún no hemos conseguido pasar la dichosa pantallita del juego…

Aquí tenéis el enlace a la ruta en Wikiloc y el mapa interactivo.

Resto de las fotos (pocas más), en este enlace.

 

¡¡¡IMPORTANTE!!!

Las descripciones de rutas de montaña que hago en este blog son tan sólo expresión de mis impresiones y sensaciones de ese día concreto, y por tanto totalmente subjetivas. No tienen porqué coincidir con las de cualquier otra persona, incluso realizándolas en las mismas condiciones. Tampoco son guías exhaustivas. A pesar de que procuro que todos los datos que ofrezco sean correctos, sería recomendable que antes de hacer alguna de ellas te informaras sobre las mismas en publicaciones especializadas. No obstante, si crees que te puedo servir de ayuda, o necesitas alguna aclaración, ponte en contacto conmigo. Por último, tienes que tener en cuenta que la montaña es un entorno potencialmente peligroso. Usa el sentido común y no afrontes recorridos para los que no estés absolutamente seguro de estar suficientemente preparado y equipado. Y ten siempre en cuenta las posibles complicaciones meteorológicas, muchas veces imprevisibles.

12 comentarios:

Amig@mi@ dijo...

Pues yo no te voy a regañar. Tenías que hacerlo, puesto que lo necesitabas... A la vista está.
Esos caminos me han enamorado.
Alguno te robo fijo.
Y a veces la mejor compañía es la soldad, no te quepa duda.
Me alegro de que la experiencia fuera buena.
Un abrazo ;)

Zerolito dijo...

Jodó, Carlos... casi me alegro de no haberte fastidiado la salida con mi presencia ;-)

Da gusto verte disfrutar tanto, chacho.

Loken dijo...

Gran reportaje Carlos,buena ruta y preciosas fotos,y desde luego a veces,la soledad es nuestra mejor compañera.
Espero que tu hijo este recuperado y esa maldita pantalla de la play superada.
Dsifruta,que te lo mereces...
Por cierto,gracias por la foto.
Un abrazo,Loken

Rosita_publi dijo...

Menudo paisaje! fantastica Ruta y geniales las fotos!!!

Carlos dijo...

Montse, me dejas con los ojos como platos: ¿tú impulsándome a hacer locuras?, ay, ay, ay...

Zerolito, ni en broma digas eso. La soledad puede ser muy buena compañera de vez en cuando, incluso deseable, pero si me das a elegir...

Loken, gracias. El niño bien. La pantalla ahí sigue...

Rosa, gracias y bienvenida por aquí.

Miguel dijo...

¡como disfruto estos días leyéndote mientras nos llevas de cumbre en cumbre!

¡ya veo todo lo que estás disfrutando! Me alegro mucho, aunque ya sabes que hay que tener cuidado, no ir solo... ;)

un saludo!

Saturnino dijo...

Has ido a un hermoso lugar para buscar la soledad; leyendo tu cronica y viendo esas fantásticas fotos casi puedo decir que he hecho la ruta; genial.
Un abrazo.

Carlos dijo...

Miguel, tienes razón. Buscaré adecuada penitencia.

Saturnino, tu última aventura tampoco ha estado nada mal, ¿eh?.

Gracias a los dos. ;-)

mayayo dijo...

Hermosa crónica y fotos, Carlos.

Como tu, pienso que aunque no la mayor, la cima de Claveles es la más hermosa del Guadarrama.

La próxima vez que la recorra será con dorsal, creo. El recuerdo de esta travesía tuya vendrá conmigo.

Amamower dijo...

Carlos, supongo que son los Beneficios de tener Alma de Artista o un Corazón como una Catedral, pero tus Entradas tienen la Facultad, casi imposible de encontrar, de refrescarte el Ánimo, de sentirte mejor tras leerte, de transportarte a tus Sentimientos y tus Lugares...

Aúnas Sentimiento, Escritura (para enmarcar el Comienzo de éste) y Fotografía formando una Mezcla Alquímica.

Y Egoístamente:

-1- Me das mucha Envidia.
-2- Aprovecho tus escritos para descargar Tensión . Me cuesta menos leerte (y me reconforta mucho más) que soltar Bilis en mi Bitácora. ;-)

P.S.: No sabía que conocíais a Jorge. Corrí una Vez con él en el Trabajo y va fino, fino.

Nombre dijo...

Las fotos y tus comentarios te sitúan muy bien, aunque nunca hayas estado allí. El paso de Claveles es de aúpa.

carlossp dijo...

Emocional crónica y maravillosas fotografías. Un lujo.
Me has transportado con tus fotos a mis 15 años cuando con los amigos hacíamos excursiones de La Granja a Peñalara. Y me haces recordar mi sueño de hacerlo ahora en carrera. Lástima que este año no se haya celebrado la Media maratón. Pero siempre hay tiempo.
Saludos.