viernes, 30 de marzo de 2007

Vídeo Carrera hacia atrás

Aunque parecen solucionados los problemas con Video Google, he partido el vídeo del que os pegué el enlace en mi antepenúltima entrada en dos, y lo he subido a Youtube. En el primero tenéis las carreras y en el segundo las entregas de trofeos, el homenaje a Pedrito y las entrevistas. Los enlaces directos los tenéis debajo:





http://www.youtube.com/watch?v=OlnZG7G5V2Q

http://www.youtube.com/watch?v=bhg9CcfJBjQ

¿El conocimiento nos hace más fuertes?

Pues esa es la pregunta que me ronda la cabeza esta mañana. Mi trabajo está justo al lado del Paseo del Rastro, en Avila, el cual bordea la muralla por su lienzo sur. En esa zona el perfil de la ciudad es abrupto y cae bruscamente hacia el río, por lo que desde el paseo se divisa la hermosa panorámica de la fotografía de arriba, tomada la pasada semana.


La sierra que veis al fondo es la Sierra del Zapatero, por donde Luis Arribas, alias Spaanjard, alias CyT en el foro de ElAtleta.com, lleva unos años organizando el Trail Castillos de Avila.

Hoy hace buen día en Avila, y me he demorado unos minutos en la contemplación de la esta sierra: Pico Zapatero, Serrota..., dándole vueltas a mi objetivo principal para este año, que no es otro que el Trail. Este domingo corro la Media Maratón de Madrid, donde quiero mejorar mi marca de 1h 52' conseguida el año pasado en la Media de Valladolid, y bajar al menos a 1h 50', lo que me servirá para decidirme a intentar bajar de las 4h en MAPOMA. Mejorar una marca ya es, o debería ser de por sí un objetivo importante, pero en este caso el objetivo se convierte en un mero test de otro más ambicioso, y sin haber cumplido ninguno de los dos aún, ya pienso en el siguiente...

Conozco los caminos por los que discurre el Trail. He subido muchas veces en bici por esas trochas por las que Luis maquinó su maravilloso engendro: cuestas de corona pequeña, piñón grande y muchos riñones. Bajadas tendidas en las que no se "coge pedal". Zonas de "pié a tierra" donde hasta los más osados corredores pasan de la carrera a la marcha.

Cincuenta Km. de un perfil durísimo que sólo da un respiro en el último tramo, que sin embargo se hace eterno al discurrir por un camino recto y despejado, con la ininterrumpida visión de las murallas al fondo, con la meta allí, justo debajo del cubo de la izquierda, siempre igual de lejano mientras tus cansados pasos parecen no avanzar.

Desde mi atalaya veo ese camino, que será de vuelta en el Trail, por donde tantos rodajes largos he realizado y que tan bien conozco. Forzando un poco la vista casi adivino la cruz en lo alto de la cuesta, a la salida de El Fresno, donde se sitúa un imaginario "Paso del Maratón". Más lejos aún brilla a esta hora el camino que viene de Gemuño, oculto tras la colina...

Puedo visualizar prácticamente todo el recorrido, la salida en Villaviciosa, la subida al Castillo de Manquospese, (en la foto, con mis hijos), la Dolorosa, en Mironcillo, los toboganes hasta Gemuño..., e intuyo su dureza. Pienso: "he corrido ocho maratones y en todos he acabado al límite de mis fuerzas. Ahora no se trata sólo de añadir ocho km. más, sino de acumular varios cientos de metros de desnivel por caminos y trochas, no por el benévolo asfalto..."

Un escalofrío recorre mi espalda. Es miedo, es anticipación. Anticipación del dolor, del sufrimiento pseudomasoquista del corredor de fondo; temor a subir "un escalón" más en mi concepto del atletismo. Ya soy maratoniano, he asumido ese reto varias veces y aunque lo respeto, ya no me impone. No, no lo temo. Pero esto es distinto, por primera vez desde aquel lejano MAPOMA del año 2000, no estoy seguro de ser capaz de superar el objetivo. Dudo, pero mientras en mi primer maratón el miedo era a lo desconocido, ahora el miedo se acrecienta precisamente por el conocimiento de esos caminos, de esos desniveles. De tener que enfrentarme a ellos sabiendo de ese sufrimiento casi extremo que he sentido otras veces en una prueba a todas luces menos dura. El escalofrío vuelve a recorrer mi espina dorsal. Y es placentero.

Y aún quedan SIETE meses...

miércoles, 28 de marzo de 2007

I Carrera Marcha Atrás

Pues no éramos conscientes de la repercusión que esta simpática carrera, integrada en el V Circuito de Carreras Populares Ecosport, organizado por mi club, Ecosport Avila, iba a tener incluso a nivel internacional.

Anoche tuve la agradabilísima sorpresa de que la Web de referencia del Retro Running a nivel mundial nos había enviado un correo electrónico dándonos la enhorabuena por esta carrera y añadiendo un enlace a nuestra web en su sección de Enlaces Internacionales.

Para un club como el nuestro, modesto y sin medios es todo un orgullo.

Aquí os dejo el vídeo que emitió TV Avila el lunes 26 con el resumen de dicha carrera y de la que se celebró a continuación, la Carrera Navas Center:



martes, 27 de marzo de 2007

Rodaje en la niebla


Desde que cree este blog he seguido el criterio de no detallar en exceso mis entrenamientos. En parte porque quiero que este espacio sea algo más que un mero registro de los mismos, y en parte porque no quiero asumir la vergüenza pública de relatar las sesiones de lo que yo denomino "mi anarcoplan", en el que el trabajo previsto muy a menudo se sustituye por el trabajo apetecible en ese momento.

No obstante de vez en cuando hay que hacer una excepción, y hoy es el día.

Como ya he contado antes, estoy saliendo a correr muy temprano, sobre las siete y cuarto de la mañana, con lo que el cambio horario ha supuesto que inicie mis carreras completamente de noche.

Hoy en Avila a esa hora rondábamos los dos grados. Llovía con suavidad, (lluvia que a lo largo de la mañana se ha convertido en nieve), y la oscuridad se hacía más profunda por una tenue niebla que difuminaba aún más las siluetas que de por sí ya apenas se adivinaban.

También he contado alguna vez que mi lugar favorito para entrenar es un pequeño bosquecillo de fresnos cercano a mi domicilio, y hacia allí me he dirigido.

En apenas diez minutos había desaparecido todo rastro de luz artificial, y aún tardaría en adivinarse la del alba.

Durante unos cientos de metros el camino es ancho y brilla tenuemente, con un reflejo fantasmagórico de la luz de la ciudad que iba quedando a mis espaldas y que contrastaba con la vegetación circundante, que, húmeda, traga cualquier atisbo de claridad. Poco a poco ese brillo va disminuyendo, a la par que la anchura del camino, convertido ahora en una simple vereda incrustada entre venerables fresnos, no desmochados en años, cubiertos en parte de musgo y líquen.

Al acercarme a la ribera del río la niebla se hace algo más espesa, ocultándome casi completamente el suelo que piso. Es una zona que podría recorrer con los ojos cerrados después de treinta años de zapatearla. Conozco cada metro de ella, cada raíz que cruza por el sendero. He visto crecer los plantones de hace veinte años, convertidos ahora en altos y frondosos chopos. He sido testigo de cómo antiguas veredas han caído en el olvido al cerrarlas un tronco caído, y como ha surgido una nueva unos metros más allá. He visto al agua morder la orilla del río, arañando unos centímetros cada año en los meandros, derribando árboles que tardan varias temporadas de lluvia en caer, mientras que sus retoños medran en la orilla opuesta, de donde esas mismas aguas se van retirando con el paso del mismo tiempo.

Hoy la niebla y la noche le daban a este lugar un ambiente especial, sugerente y lleno de misterio. Mis sentidos se han agudizado hasta el extremo. La mezcla del frío, la lluvia, la oscuridad..., me hacían estar alerta, atento, en un remedo de aquel instinto básico, tan apagado en el hombre actual, como es el instinto de supervivencia frente a una naturaleza que se antoja hostil.

El bosquecillo acaba en unos tres kilómetros y salgo a la carretera. Aquí ya se distinguen con claridad formas y colores. El alba apunta en el este, a mi espalda, aunque el día va a ser, está siendo, completamente encapotado. Respiro hondo, casi con ansia, el olor a hierba mojada de las praderas que flanquean esta parte de la carretera comarcal, estrecha y solitaria. Mi circuito me lleva casi hasta la entrada de El Fresno, un pueblo cercano a Avila. En la rotonda de entrada giro para completar mi circuito. Estoy de vuelta, encarando el amanecer, y el ligero viento, que hasta entonces me empujaba, ahora me envía la lluvia al rostro. La sensación es vivificante y fresca. Respiro y respiro...

Me encuentro bien. Vivo. En una granja cercana un gallo canta. Su canto resuena en mi interior, sacando a relucir una melodía...

"El sonido de los días de feria
ya se oía a un kilómetro del pueblo
y un extraño acento en el hablar
de los que halló por el camino..."

Estoy rodando fácil, sin forzar. Mis piernas responden. Mi corazón late sin agobios. Canturreo.

"...y un jovencito de broma peligrosa
haciendo gala del orgullo local.
De los que dan dinero por la noche
para que nunca termine su canción
para que sude el músico ambulante
su condición de vagabundo"

Sigo corriendo. Los escasos coches se preguntarán qué hace un loco a esas horas con la que está cayendo, en medio de la nada a la que forzosamente ha llegado saliendo de noche.

"y mientras tanto corría la sangre
en la plaza como un vino común
y las plumas de los gallos
en el aire volaban aún"

Aumento el ritmo. No demasiado. Hoy no hay agobios. Hace tiempo que no miro el crono ni el pulsómetro. No es el día para ello. Hoy sólo toca disfrutar.

"el músico ambulante se agarró del vaso
y sintió que flotaba en la luz artificial,
apuró el trago de madrugada
Un borracho imitaba el Canto del Gallo"

Abandono la carretera y vuelvo a entrar en mi bosquecillo de fresnos, ahora sin niebla, con los magníficos y saturados colores que produce un día de lluvia, y sigo cantando en mi interior.

"Y sintió la alegría del olvido,
y al andar descrubrió la maravilla
del sonido de sus propios pasos
en la gravilla".

Esta canción, El Canto del Gallo, de Radio Futura, no podía terminar mejor.

domingo, 25 de marzo de 2007

Corredores de ida y vuelta


Una de las cosas buenas que tiene el atletismo, al menos a nivel popular, es que te permite conocer gente diversa con la que de otra foma no coincidirías nunca. A veces te encuentras con personas con las que no te une nada más que el gusto por desgastar zapatilla, pero con independencia de sus distintas opiniones, orígenes o condición, puedes estar hablando durante horas con ellas y entablar lazos de amistad duradera que no surgirían de otra forma.

Hoy he tenido el placer de conocer a Manuel Montes Cubillas, un corredor especial, (y esto dentro de los especialitos que suelen ser los corredores), pues al margen de una simpatía arroladora y un carácter abierto y entusiasta, este corredor está especializado en correr... HACIA ATRAS.



Se da el caso de que hoy mi Club ha organizado la primera, (que sepamos), carrera hacia atrás de España, dentro del Circuito de Carreras Populares Ecosport que ya va por su quinta edición. A Manolo, como le gusta que le llamen, le faltó tiempo para ponerse en contacto con nosotros en cuento se enteró de tal evento, y para acá que se ha venido este fin de semana a darle prestigio a la prueba, (tiene varios récords de marcha atrás, uno de ellos en maratón con 4h 11'), y a divulgar su peculiar forma de correr.

El poco tiempo pasado con él ha bastado para contagiarnos con su entusiasmo y para que sepamos apreciar los beneficios de correr marcha atrás.

Por si queréis más información, (es muy escasa la que se puede encontrar en internet), os dejo estos enlaces:

https://yepez.wordpress.com/2006/07/11/correr-de-espalda-backward-run-retro-run-2/


http://www.backward-running-backward.com/

Enlace a la reseña publicada hoy lunes en el diario digital Avila Digital.

jueves, 22 de marzo de 2007

Ya estoy de vuelta

Pues sí, y mi ausencia ha sido más larga de lo previsto.
Algún día que esté llorón os detallaré mi agenda de un día normal. Es tal desafío encontrar un solo minuto libre que ríete tú de Sudokus y demás pasatiempos de ingenio...

Total, que tengo casi plenamente operativo mi flamante PC nuevo y estoy más contento que unas castañuelas a pesar de que el duende de la informática siempre te da algún que otro quebradero de cabeza en forma de misterios incomprensibles e inexplicables como componentes que antes funcionaban y ahora con el mismo sistema operativo dejan de hacerlo ¿?.

No obstante al final todo ha ido encajando y he recuperado la "normalidad" en el tema informático.

En lo atlético he podido seguir con mi "anarcoplan" de cara al MAPOMA, aunque quedan lejos quedan mis objetivos de primeros de año de llegar a estas alturas de temporada a los sesenta y cinco Km. semanales. La inoportuna lesión de adductor los truncó y lo más que he logrado hacer han sido cincuenta y cinco, por lo que el objetivo, antes "fácil", de bajar de las cuatro horas ahora es un reto, asequible, pero un reto.

Las sensaciones son buenas, pero falta kilometraje, falta trabajo de calidad y siguen sobrando kg.

Hoy queda un mes exacto: lo que resta de esta semana, (que incluye una tirada de 20 Km.), las dos semanas siguientes que serán las más duras y en las que correré la Media Maratón de Madrid... y estamos ahí. La penúltima semana es más suave, de test varios y confirmaciones de ritmos y la última de descanso casi total hasta ese domingo 22 en que de nuevo me veré las caras con los 42,197 m.

La cercanía de la fecha va produciendo efectos físicos y psicológicos, pero eso lo contaré otro día.

martes, 13 de marzo de 2007

Apagón digital

No, el título no es mío. Se lo copio de una entrada antigua a Santi Palillo, aunque su apagón se debía a un cambio de proveedor ISP.

Mi viejo PC, (un AMD a 1,4 Ghz.), me ha servido fielmente durante cinco años. Una eternidad para un ordenador al que se le ha exprimido "a tope". Para los que no lo sepáis, me gusta trabajar con vídeo y fotografía digitales, programas 3D..., y las aplicaciones que uso son voraces consumidoras de recursos, y con cada actualización, más aún. Algunas de ellas no podía hacerlas correr con una cierta soltura y en otras era decididamente exasperante cuando no imposible, trabajar.

Así que me he acogido al Plan Avanza del ICO, y me he decidido a cambiar de ordenador. Seguramente no lo tenga hasta dentro de unos días, pero como quiera que una vez que compras un PC completo, nunca vas a volver a hacerlo, ya que siempre habrá componentes aprovechables del anterior, ahora mismo tengo el antiguo a punto de desguazar: lector y grabadora, disco duro, tarjetas de sonido y TV... Todo ello irá a la tienda para que lo monten en su nueva caja, con su nuevo súper-procesador y su nueva extra-mega-rápida memoria que se volverán a quedar "pasadillos" en unos meses, "antiguos" en un año y decididamente "obsoletos" en un par de ellos.

Así que en un tiempo indeterminado, aunque espero que corto, sólo me podré conectar en el trabajo..., con lo que ello implica de uso de medios ajenos y el consiguiente riesgo de pescozón del jefe.

Entretanto, un saludo.

viernes, 9 de marzo de 2007

V Circuito de Carreras Populares "Ecosport"

Detrás de este largo título se esconde la principal actividad de mi club de atletismo, el Club Ecosport Avila, que este año celebra su quinta edición.


Además de esta tenemos otras muchas actividades, todas ellas abiertas para cualquier corredor que quiera compartirlas, federado o no, pertenezca o no al Club. Entre ellas este año hemos organizado el I Cross Ecosport, del cual ya os dí cuenta, una carrera infantil, excursiones a varias carreras nacionales: MAPOMA, Media Maratón de Madrid, Canillejas...

El circuito consta de cuatro carreras de las que hay que correr al menos tres para optar a los premios de la clasificación general. No obstante se puede correr de forma gratuita cualquiera de las carreras, o todas, aunque sin opción a premios... Mejor os pego el pasquín promocional:


Este año, como novedad, organizamos la I Carrera Hacia Atrás, sí, sí: HACIA ATRAS. Es una iniciativa que esperamos tenga éxito y haga pasar un buen rato a corredores y espectadores.


jueves, 8 de marzo de 2007

El Arco Iris

Recuerdo haber leído en alguna ocasión que el clímax de nuestra vida puede que lo encontremos en la contemplación de la caída del pétalo de una flor, del roce de una brizna de hierba en nuestros pies desnudos o en la caricia de una racha de viento en el rostro. O quizá en los acordes de una pieza cientos de veces escuchada antes.

Será la conjunción de una serie de factores la que de a ese momento un toque especial y mágico en el que sintamos que nuestra existencia ha alcanzado su plenitud y nos haga sentir que ha merecido la pena vivir. Después de ese momento nada sería como antes, pues nuestra mente se habría abierto a una nueva percepción de la realidad: seremos iniciados en ese eterno y casi siempre inacabado viaje en busca del conocimiento definitivo que nos haga Sabios en toda su extensión.

Al margen de la reflexión pseudofilosófica que acabo de transcribir, y que en mi modesta opinión peca de exceso de transcendencia, sí es cierto que hay momentos "especiales", que invitan a la reflexión, al recogimiento, y que nos hacen crecer, no por el conocimiento empírico que obtengamos de ellos, sino por el conocimiento que nos aportan de nosotros mismos.

Son esas cosas que sin saber muy bien porqué "nos llegan" muy adentro y permanecen ahí para siempre: una sonrisa de nuestro hijo, la visión de un paisaje con una luz especial como nunca antes lo habíamos visto, un atardecer en un rodaje vespertino...

La noche del lunes al martes fue lluviosa en Avila. Intermitentemente oí como las gotas de agua azuzadas por el viento, golpeaban furiosas la persiana de mi dormitorio. No obstante al llegar a mi trabajo el cielo plomizo se abría a algunos claros por los que se colaba la luz del sol.


Atravesaba "La Cuesta del Rastro", (Km. 20 de la Media Maratón de Avila), a punto de cruzar el "Arco de la Santa", camino de mi trabajo cuando mi vista se giró hacia la izquierda, hacia el oeste.


Allí, esplendoroso en su sutil belleza uno de los Arco Iris más hermosos que he visto en mi vida desplegaba todos su increíbles matices de color, girando del violeta al rojo con una suavidad y luminosidad nunca igualadas por la paleta de ningún pintor.

Mi tiempo era justo, faltaba poco para que comenzara mi jornada de trabajo, pero me demoré en la contemplación de tanta magnificencia, para nada empequeñecida por más que la ciencia explique que es un mero fenómeno atmosférico debido a la refracción de la luz.

Ese arco iris, todos los arcos iris, era más que eso. Era una expresión máxima de la belleza que el hombre no podrá siquiera remedar en sus obras, empalidecidas en la comparación. Era el producto de una naturaleza generosa que no sólo nos ha regalado la existencia, sino que se ha preocupado de hacérnosla agradable, siempre que sepamos mirar, siempre que tengamos un minuto para su contemplación.

La foto que ilustra la cabecera de esta entrada está extraída de http://eucalyptusdeglupta.com/intropg.htm

La segunda es mía, de la Media Maratón de Avila del pasado año, sin permiso del desconocido corredor, al cual pido disculpas por usar su imagen si algún día se deja caer por este blog.


domingo, 4 de marzo de 2007

Media de Villalba


Bueno, pues corrida la primera media de la temporada, "La Tragamillas".

Como siempre, primero el análisis de la carrera:

Inscripción: barata, fácil y sin problemas. A través de la Web de Runners.

Organización: muchos voluntarios. La recogida de dorsales rápida. Mucho espacio libre para aparcar justo al lado de la salida. WC y duchas junto al arco. En las duchas sólo había agua fría, pero uno es de Avila y no se va a asustar por esas cosas... Arco de salida y llegada con alfombrillas.Recorrido marcado y cerrado al tráfico, Km. marcados con paneles bien visibles. Sólo dos avituallamientos en carrera. Llegada bien organizada, sin agobios. Entrega rápida de chips y recogida de bolsas. Bastante avituallamiento en meta.

Recorrido: mixto de asfalto y tierra. En mi opinión bonito, especialmente la parte de la Dehesa del Boyal. Daba la sensación de estar haciendo un rodaje dominical por el parque, lo cual quitaba tensión a la carrera. No obstante era muy ondulado y poco dado a hacer marcas. Además hizo calor. Sí tuvo un lunar importante: había un tunel de unos cincuenta o sesenta metros totalmente a oscuras y con muy mal firme. Era muy fácil tropezar y caer.

Animación: escasa. Buena parte del circuito es por zonas residenciales sin mucha gente.

Bolsa del corredor: muy completa, avituallamiento variado de fruta y bebidas, bollo y chocolatina, una camiseta técnica, calcetines, un recuerdo precioso... Por ocho euros no se puede pedir más.

Podéis ver las clasificaciones aquí.

En resumen, una carrera a la que volveré. Me pilla muy cerca de Avila, me sirve como "rodaje de calidad" si preparo MAPOMA, y es una carrera divertida y bien organizada.

Aquí la presentación de las fotos que hicimos:




Y aquí la crónica:

En 50' minutos estábamos mi hija y yo en el parking dispuesto por la organización al lado de la zona de salida. Nos encontramos con Mocosoft y Manta que ya venían de recoger el dorsal y para allá que nos fuimos. Vemos a Lander's family, recogo dorsal y me cambio de ropa. Llegan Amauro, Angeltrotón y Angie. Un calentamiento breve por lo que será posteriormente lugar de doble paso: Kms. 2 y 19. ¡Ojo con Tiki!, el heredero del líder, que apunta maneras y nos hizo de liebre en el calentamiento.

La salida sin problemas. Una vuelta por la ciudad y salida a la Dehesa Boyal. Como digo antes, el recorrido, aunque duro, a mi me pareció bonito, especialmente por la mezcla tierra-asfalto. Hago grupo con Lander y Angie, y se nos unen durante unos Km. dos conocidos de esta última, veteranos de pro, de los que sirven de ejemplo de lo que debe ser el atletismo popular. Nos hacen unos Km. y en el 6 van por su marca. De ahí, y hasta el final, nos quedamos solos los tres paquetes, disfrutando del pasar de los Kms. a un ritmo de rodaje sólo un poco más rápido que el de un domingo cualquiera, pero eso sí, en una compañía envidiable.

Angie durante todo el camino me dió la sensación de ir "sobrada", (lo siento Angie si esto lo lee tu marido y te pone más "deberes", pero es como te ví ), y durante todo el recorrido llevamos una animada charla.

Tenemos la suerte de ver a la afición en varias partes del recorrido, cuando a priori sólo contábamos con hacerlo a la salida y en meta. Eso da ánimos, ¿verdad Lander?

Al final el último repecho se hace duro, pero entramos en meta "a lo grande", en un esprint lanzado de 200m., Lander y Angie con la satisfacción del debut, y yo con la de haber compartido con ellos un par de horitas de lo más agradable.

Y como siempre que he quedado con Lander, lo mejor vino después. Compartimos mesa y mantel con él, La Gran L y Tiki, y charlamos, y charlamos..., y como nos pareció poco, después de acabar, todavía nos sentamos a tomar café para seguir charlando.

Un verdadero placer.